CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco presidió ayer, por cuarta vez en su pontificado, la ceremonia de administración del sacramento del bautismo, en este caso a 28 niños y niñas que llenaron de llantos la Capilla Sixtina, donde instó a las madres a amamantar sin miedo en el lugar.
El pontífice pidió a los padres de los bautizados que hagan “crecer” la fe católica en sus hijos y consideró en una homilía que pronunció de manera improvisada que “la fe significa vida de fe porque la fe se vive”.
“La fe no es recitar el credo del domingo cuando vamos a misa, no es solo eso, la fe es creer en lo que es la verdad: Dios Padre que ha enviado a su hijo y al Espíritu que nos da vida”, agregó Jorge Bergoglio en sus palabras a los padres, trabajadores del Vaticano, sentado en un trono situado en el lado izquierdo del altar.
El papa continuó: “la fe es darse a Dios, es lo que debéis enseñarles con vuestro ejemplo y vuestra vida. Y la fe es luz: en la ceremonia del bautismo se os dará una vela encendida como en los primeros días de la Iglesia.”
“Y por eso el bautismo, en aquellos tiempos se llamaba la iluminación, porque la fe ilumina el corazón, hace ver las cosas con otra luz”, continuó.