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La economía global tendrá este año varios tropiezos que conducirían a una ralentización de varios sectores como la producción, según varios organismos multilaterales. Además de la caída en el crecimiento de la productividad en el sentido de la forma combinada, entre las nuevas tecnologías, el capital y el trabajo. Paraguay tiene un buen “colchón” para soportar nuevos embates, tanto de la región como el global, producto del buen trabajo realizado en estos cuatro años en el que el gobierno supo implementar recetas anticíclicas. No obstante, el crecimiento podría verse reducido, “debido a factores internos porque estamos en etapa electoral y eso tiene efectos en la inversión pública y privada”, apuntó Amílcar Ferreira, analista financiero y consultor.
ASUNCIÓN.- América Latina y el Caribe marcan una proyección de crecimiento del 3,1% para este año; sin embargo, análisis realizado por los mismos organismos multilaterales que apuntaron ese porcentual mantienen algunas reservas o “incógnitas que persisten y riesgos latentes, heredados de un difícil 2017”.
El Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) apuntan una serie de barreas que la economía global y la regional deberán sortear este año; algunas de ellas de origen político electoral como los casos de Paraguay, Chile, Costa Rica y otros tres países más de la región.
José Juan Ruiz, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo que “el aumento en los altos niveles de endeudamiento del sector privado y de los países en muchas partes del mundo. Eso implica que algunos de los recursos que se destinan a inversión o a transferencias sociales, serán destinados a pagar el mayor costo de la deuda”.
Amílcar Ferreira, analista financiero y consultor de empresas, bajó este análisis a nuestra realidad y apuntó que “pese a estos anuncios, para nuestro país se presenta moderadamente favorable, porque se hicieron las tareas correctas, por un lado tenemos la normalización de la economía y la recuperación posterior”. Destacó las muestras de recuperación de Brasil “será muy favorable para nuestra economía y en el caso de Argentina, el paquete de ajustes de Macri conducirá al país a normalizar de nuevo su economía; en este caso también tendremos ventajas comparativas”.
Brasil repuntará este año con un crecimiento de 2%, en la medida que mejores condiciones laborales y baja inflación, impulsen el consumo privado. Estas determinaciones estarán apuntalas con el aumento de tasas en Estados Unidos que sin dudas podrán ser de mucha ayuda para el proceso de fortalecimiento de la economía de Paraguay “desde el punto de vista de un aumento de precios de los commodities, ligeramente más alto que años anteriores”, dijo Ferreira.
Los analistas internacionales destacan un factor importante en este proceso de crecimiento regional; el aspecto político que podría arrastrar sedimentos que podrían afectar o ralentizar al proceso. En ese plan están seis países de la región, entre ellos Brasil y Paraguay.
Ferreira coincide con ello y explica que “en el caso paraguayo este será un año con fuerte contenido electoralista y las inversiones podrían verse frenadas, tanto en el sector público como privado” y agregó que “una vez conocido los resultados en abril, el ganador pedirá al gobierno saliente que ya limite las inversiones al mínimo y evite grandes obras, en tanto el sector privado esperará quizás hasta agosto para conocer las nuevas políticas económicas y decidir qué rumbo tomar sus movimientos”, dijo el profesional.
