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Paraguay está casi ausente en los Juegos Olímpicos (JJ.OO.) Rio 2016, de los 11.360 atletas de todo el mundo apenas 11 son paraguayos, fácil de mencionar a cada uno de ellos. Y conste que estas competencias no se tratan de nuevas invenciones, tienen más de un siglo de organización mundial y casi 3 mil años de antigüedad.
Fue indignante para muchos el mensaje que resultó viral entre los paraguayos al mencionar que la primera medalla dorada conquistada en Río en el marco de las Olimpiadas, que reúne a los mejores atletas del mundo en torno a 306 eventos y 28 competencias específicas lo consiguió un paraguayo, pero arrebatándole a los organizadores.
Si, supuestamente la primera medalla de oro fue para un paraguayo, la consiguió ilegalmente y tras él venían los veloces policías brasileños, coincidió la apertura de los JJ. OO. con el día sábado, preferido para las bromas virtuales, apenas amanecía para que el irónico como grotesco mensaje recorra de mano a mano a nivel nacional e internacional.
Es muy probable que un mismo compatriota con tremendas iniciativas para los juegos mentales o bromas calificadas como “Vyrorei” (sin importancia), lo haya inventado como tantos otros que atacan la autoestima de nuestros connacionales, al punto de catalogar a nuestro terruño como el más corrupto, menos desarrollado, inseguro, desorganizado, sucio, contaminado entre otros epítetos negativos.
Y que podemos mejorar si estamos convencidos que somos los peores, aunque en estos JJ.OO. ni figuramos, no es el caso de compararnos con las potencias deportivas y económicas como los Estados Unidos de Norteamérica con 556 atletas, Brasil como organizador e importantes inversiones en el ámbito deportivo con 469 competidores, así como Alemania, Austria y China con más de 400 presentes en las distintas modalidades.
Pero tampoco enorgullecernos por superar a Tuvalu, un pequeño país de la Polinesia que solo calificó a EtimoniTimuani, el máximo velocista en una población de 11.802 habitantes, sin menoscabar el tremendo esfuerzo de este atleta y sus compatriotas, no debe ser una parámetro para ningún país miles de veces superior demográfica como geográficamente.
De todos modos es una importante motivación para todos los deportistas paraguayos que nuestro país esté presente en las competencias más importantes del mundo gracias a los maratonistas Carmen Martínez y Derlys Ayala, los golfistas Julieta Granada y Fabrizio Zanotti, los remeros Gabriela Mosqueira y Arturo Rivarola, los nadadores Benjamín Hockin y Karen Riveros, la tenista Verónica Cepede Royg, el mesatenista Marcelo Aguirre y el tirador Paulo Reichardt.
La más brillante participación para cada uno de ellos, que conquisten los mejores lugares, que demuestren la grandeza y la garra guaraní de que tantas veces nos hemos enorgullecido en tiempos de paz como en las principales hostilidades en que al caer los hombres salieron los niños a defender nuestro orgullo, finalmente ancianos y mujeres.
Es momento de resurgir, demostrar el valor de la “Indomable Raza Guaraní”, del guerrero invencible que no sucumbió ante el ataque de tres países vecinos patrocinados por otras potencias mundiales como “Inglaterra” y “Portugal”, recuperemos el patriotismo, no es posible que actuemos como el cangrejo hoy en que a nivel regional como mundial nos califican como uno de los nuevos modelos a imitar.
En medio de la crisis global, Paraguay produce y alimenta a una población de 50 millones de habitantes, saquemos ventaja a estos pergaminos progresistas, pero a la par incentivemos a nuestros jóvenes, estimulemos positiva como coherentemente que es una asignatura muy pendiente en las familias paraguayas si anhelamos contar con más atletas olímpicos como subir al podio mundial en otros ámbitos.
