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El canciller nacional Julio Arriola convocó de manera urgente al embajador argentino Óscar Domingo Peppo para conversar sobre la decisión unilateral del vecino país, que cobra peaje a las embarcaciones paraguayas en un tramo de la hidrovía.
En la reunión, Arriola confirmó la postura de nuestro país de exigir que Argentina responda los cuestionamientos planteados por las restricciones que imponen a la navegabilidad de las embarcaciones paraguayas en la hidrovía. La respuesta del embajador Peppo fue prometer que encaminaría la solicitud ante las autoridades de su país.
Esto fue informado a través de un comunicado emitido por la Cancillería Nacional, que afirma que el planteamiento formulado por Arriola tiene el objetivo de “levantar el embargo de los buques afectados y garantizar la libertad de tránsito de las embarcaciones de bandera paraguaya hasta tanto se resuelva la controversia con motivo de la interpretación y aplicación de las normas del Acuerdo de Santa Cruz de la Sierra de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná”.
La decisión está en manos del Comité Intergubernamental de la Hidrovía, cuya próxima reunión está prevista para fines de agosto, señaló también el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Poco después de dicha cita, tanto Arriola como Peppo se trasladaron hasta la casa del canciller nacional designado para el próximo gobierno, Rubén Ramírez, donde se reunieron también con el próximo ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, y el gremio de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay para tratar el mismo tema. Los detalles de este encuentro aún no se dieron a conocer.
