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ASUNCIÓN. Argentina y Brasil compiten por Diego Dirisio y su esposa, Julieta Nardi, los cabecillas del tráfico de armas que fue desmantelado con el operativo Dakovo, mientras nuestro país no se muestra interesado en emprender alguna acción para que ambos sean recluidos en una prisión paraguaya.
Desde que se realizó el operativo, Dirisio y Nardi permanecieron prófugos, hasta el viernes pasado cuando fueron detenidos en Argentina, lo que hizo que, inmediatamente, Brasil pidiera su extradición.
Según el jefe de Interpol Paraguay, comisario Julio Maldonado, nuestro país recibió la información de la detención de los buscados, pero reconoció que son requeridos por la justicia brasileña.
El comisario explicó que los trámites judiciales realizará Brasil para que ambos puedan enfrentar a la justicia en ese país por los hechos del que se los acusa.
“Brasil solicitó la extradición de ambos. Nosotros lo que hicimos fue corroborar la información sobre el caso de detención de ambas personas”, explicó. Sostuvo que fue desde Brasil donde se solicitó la activación del código rojo contra el matrimonio.
Dirisio y la ex modelo fueron detenidos el viernes pasado y están a disposición del juzgado Federal de Argentina. Él es considerado por Brasil con el mayor contrabandista de armas de la región y es acusado de abastecer a facciones criminales en Brasil.
