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El viceministro de Transporte, Óscar Stark, dijo que sería importante equiparar el precio del pasaje de acuerdo con el reajuste del salario mínimo y la suba que se da en bienes y servicios. Explicó que el Estado debe dejar de absorber gran parte del valor real del pasaje, porque va en detrimento de posibles inversiones que se pueden destinar con los recursos públicos.
“En el 2012 el pasaje costaba lo mismo que ahora y todo subió. Todos los productos de bienes y servicios subieron, el sueldo mínimo se reajusta cada año, e incluso mucho más los insumos para el transporte público. El valor real del pasaje subió solo que una porción cada vez más grande paga el Estado”, refirió Stark.
Expuso que cuando una persona sube a un autobús paga G. 2.300 y el Estado otros G. 2.300. Añadió que mientras más personas decidan utilizar sus vehículos particulares, habrá más contención en las calles, lo cual llevará a perder más tiempo a la mayoría de las personas que acuden a sus trabajos.
“La rentabilidad social de la inversión del subsidio le conviene a la sociedad y el Estado. Por otro lado, la sostenibilidad fiscal está en medio. Se debe ver qué tan sostenible será seguir con la misma política de hace 10 años, sin que suba el costo para el público. Ese (los números) es el impacto que va a tener”, apuntó.
Manifestó que países de la región como Brasil y Argentina subsidian mucho más que Paraguay el transporte público, pero que en el caso de Paraguay es razonable hacerlo en un 50 %. “El 100 % del pasaje paga el municipio en Brasil, en Argentina el 80 %. Yo creo que mantenernos por debajo de ese rango sería racional, es un nivel al que llegamos y seguir aumentando, empezaría a afectar para el destino de recursos de otras inversiones”, concluyó.
