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ASUNCIÓN. “Aún estamos espantados por lo que todo lo que ocurrió con las compras fallidas en el Ministerio de Salud Pública. No sabemos cuándo van a trabajar en serio. ¿Por qué no piden ayuda si no saben, o no cambian de hombres? Todo sigue igual y nos preocupa”, expresó Juan Carlos Arce, titular de la Cámara Paraguaya de Productos y Equipos Médicos, Odontológicos y de Laboratorio (Cappem).

“Repito. Estamos espantados con lo que ocurrió entre marzo y abril, un momento en que todos estábamos para colaborar. En menos de 24 horas se licitó y se adjudicó, expresamos nuestro rechazo a la administración de Salud”, añadió el empresario en un diálogo con la 650 AM.

La desazón del titular de Cappem se ve ampliamente justificada al mirar los números de Salud Pública. Según el senador Amado Florentín, presidente de la Comisión Bicameral de Control de Gastos de la Ley de Emergencia, en todo este tiempo, la cartera sanitaria ejecutó US$ 38 millones (8%) de los US$ 494 millones asignados en los fondos de la Ley de Emergencia Nacional por la pandemia del Sars-Cov-2.

Y de esa plata que se gastó, 76% fue para pago de contratación de personal de salud, bonificaciones y gratificaciones (US$ 29,3 millones), mientras para compras de insumos médicos y kits de test para el COVID-19 se usaron US$ 5,8 millones. Además, US$ 3,5 millones se emplearon para adquirir equipos médicos, como ventiladores pulmonares.

Ante esta situación, Arce disparó que “sin duda hay empresas a las que le queda bien este modelo”.

“En cada conferencia del Ministerio de Salud siempre es lo mismo. Dicen vamos a licitar, vamos a comprar y no avanzan. Sin embargo, luego aparecen compras que se cerraron en horas”, lamentó.

“Falta una señal clara y tiene que darla el que compra (Salud Pública), no el que vende. En el Ministerio de Salud hay gente buena, pero la orden de arriba tiene que ser clara y tajante. Tiene que haber voluntad y determinación de hacer bien las cosas, eso es lo que queremos”, finalizó.