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ASUNCIÓN.- Efraín Alegre, titular del PLRA, y Rafael Filizzola, del PDP, suelen presumir de ser expertos negociadores, pero no son más que políticos de barricada que no pueden dialogar ni elaborar un plan conjunto con sectores que no tienen la misma postura que ellos defienden.
Mientras un importante sector de la ciudadanía, la Iglesia Católica y de los partidos políticos coinciden con el jefe de Estado en que lo único que puede superar esta crisis es el diálogo entre todos, estos chiitas y sus acólitos responden que no tienen ninguna intención de sentarse con Cartes, a no ser frente a su ataúd.
Y son ellos precisamente los que pretenden responsabilizar al gobierno por la violencia del viernes pasado, cuando que quedó más que evidente que los que cometieron todos los excesos fueron operadores políticos de Alegre y Filizzola, quienes fueron a la plaza con una sola orden, generar todo el conflicto posible para que la Policía terminara reprimiendo con violencia.
Ninguno de estos “personajetes” tiene el suficiente arrastre ciudadano como para que su presencia se haga sentir, si no es a través de la violencia y el descontrol. Durante meses anunciaron que harían precisamente lo que hicieron, incitar, instigar a la gente a reaccionar con el solo objetivo de producir un nuevo Marzo Paraguayo. Pues bien, se salieron con la suya y la cosa hubiera sido mucho peor si el llamado a la cordura, la pacificación y el diálogo no hubiera sido tan contundente.
