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ASUNCIÓN.- Ayer hubo una burla generalizada al parlasuriano liberal Neri Olmedo por hacer el ridículo en una entrevista que le hicieran, sin darse cuenta de que el problema demostrado no era que hablaba mal, algo frecuente en profesionales de toda índole, sino que no tenía la menor idea de lo que deberá hacer como parlamentario del Mercosur, algo que también es común en un país que se basa en las improvisaciones y la falta de respeto a las normas vigentes.
Hay circunstancias en las que se nota que un sector de la ciudadanía se presta a la manipulación de los medios de comunicación y es justamente esto lo que ocurrió ayer con la emisión de una entrevista realizada por un medio internacional al legislador del Mercosur, porque, si bien quedó palpable su absoluta incapacidad para expresarse, no fue muy diferente a lo que ocurre con periodistas, maestros, profesores universitarios, abogados, etc.
La cuestión es que el parlasuriano del PLRA no tiene idea de lo que es el Mercosur, su situación actual, qué plantear en la instancia que integra, la cual, entre paréntesis, no sirve para tres pepinos. Porque eso es obvio; en las décadas que lleva de vigencia el Tratado de Asunción, son prácticamente nulos los beneficios que recibió nuestro país de este acuerdo regional.
Pero esta es apenas una muestra de lo que ocurre en muchos aspectos a nivel nacional, en donde se asumen responsabilidades sin tener la menor idea de lo que hay que hacer e ignorando fácilmente disposiciones vigentes, como si este fuera el país de Jauja.
Así como cuando a alguien se le ocurre hacer una encuesta sobre historia paraguaya entre estudiantes secundarios, si lo hiciéramos con los parlamentarios, diputados y senadores sobre la grave crisis institucional que enfrenta la República en este momento, nos encontraríamos con que una mayoría de ellos no tiene la menor idea y ni se le ocurre arriesgar una opinión sobre el tema. ¿Acaso estos no son peores que un parlasuriano que llegó al Congreso del Mercosur sin tener idea de dónde está parado?
¿Y el caso de quien perdiera las elecciones de abril, Efraín Alegre, quien hasta ahora no reconoció los resultados de las mismas porque en algún lugar de su imaginación febricitante todavía piensa que los números pueden cambiar y darle la victoria? Y para no ir demasiado lejos, también debemos soportar los exabruptos sistemáticos de la desquiciada Desirée Masi, quien funge de senadora de la Nación y se siente absolutamente impune en sus desaciertos.
La verdad, lo del parlasuriano Olmedo es apenas una pálida muestra del feroz circo que tienen montado quienes poseen la sartén por el mango.
