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ASUNCIÓN.- Cualquier proyecto que conduzca al subsidio no termina como se pretende en su principio, y existen varios ejemplos, uno de estos es lo que ocurrió en la era Kirchner en la Argentina, cuando aplicaron subsidios en varios rubros, “pero ya no se quiso ir más y la gente se acostumbró, eso generó serios perjuicios a la economía”, dijo Amílcar Ferreira, analista financiero.
Asume que la situación crítica de la ANDE es ahora, pero aclara que “los efectos de un subsidio a mediano y largo plazo acarrearán graves problemas, entonces, lo que se debe planificar es invertir en obras de infraestructura que permitan elevar el nivel de distribución de energía”, destacó.
El profesional propone una evaluación técnica y financiera de cualquier proyecto que induzca al subsidio, “porque implementado sin rigurosidad científica y financiera puede ser muy peligroso; los gobiernos lo implementan para resolver un problema coyuntural, de corto alcance, pero después se extiende y es muy difícil retirarlo, hay muchos resultados negativos al respecto”, aseveró.
Estima y asiente que el gobierno también conoce los riesgos de un subsidio, “y creo que se debe pensar en inversiones de largo alcance, obras de infraestructura para que la energía llegue a los sectores de más bajos ingresos”, apuntó el profesional.
Ñande Energía plantea reducción de tarifa de consumo de hasta 1.500 KW/h para todos los clientes. No discrimina clases de medidores, consumo básico, medio o alto. Reduce tarifas a comercios, residencias ocupadas o deshabitadas o de veraneo. Esta modalidad es considerada un mecanismo oculto de subsidio.
Los US$ 150 millones que establece la Ley de referencia “podría servir mejor en la ampliación de proyectos de líneas de transmisión y de la adquisición de transformadores”, expresó Ferreira.
