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CARMELO PERALTA, ALTO PARAGUAY (Por: Telmo Ibáñez).-Estudiantes del Colegio Nacional Capitán Marcial Ramírez, piden la destitución del administrador de la Municipalidad local, Domingo Duarte, exintendente acusado de desviar montos millonarios del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide). Por el otro lado, el cuestionado funcionario es defendido por los nativos del lugar, liderado por el presidente de la Junta Municipal, quienes incluso amenazan con “castigar” a los jóvenes. Ya se produjo un incidente y los alumnos tuvieron que correr para no ser agredidos. El clima es tenso y hablan incluso de probable “masacre”.
Un grupo de 18 estudiantes del puerto situado frente a la Isla Margarita y Puerto Murtinho (Brasil) a 650 Km. de Asunción, están atrincherados en una sala de clase del colegio que cuenta con 132 alumnos desde el séptimo al tercer año de la media.
Los manifestantes exigen a la intendenta municipal, Mirna Orrego (ANR), que destituya a su correligionario Duarte, acusado de desviar recursos de Fonacide, durante su gestión como jefe comunal. A propósito en el año 2014, la Contraloría General de la República (CGR) había detectado un faltante de más de G. 2.000 millones en su administración. La movilización se realiza en apoyo a un grupo de ciudadanos que piden el mismo cambio.
Duarte también habría transferido unos G. 100 millones, cuyo destino se desconoce, además habría malversado fondos de royalties. En los años 2011, 2012 y 2013, el intendente Duarte no presentó documentos que respalden el uso de más de G. 2.000 millones según la CGR.
La movilización se realiza en apoyo de un grupo de ciudadanos que empezó con las exigencias del cambio del administrador comunal.
EN PIE DE GUERRA
Por su parte, los ayoreos nativos también conocidos como moros o pytajovái, se manifestaron a favor del cuestionado político y denunciaron una supuesta manipulación, así como intento de uso de la fuerza para conseguir adeptos para la manifestación.
El concejal municipal, Carlos Ducubi de Picanei, líder ayoreo, explicó que los nativos están alertados y alterados por el “atropello” que intentaron los jóvenes al ingresar a la comunidad. Dijo que por esto, corrieron a los estudiantes para evitar los “ejemplares castigos”. “Se escaparon a bordo de sus motos, si les alcanzábamos les hubiéramos castigado”, sentenció.
Agregó que ante esta situación, los ayoreos están en pie de guerra, preparados como para combatir si la necesidad exige, están con sus armas ancestrales como lanzas y flechas, concluyó.
Una escasa cantidad de policías está en medio de ambos grupos tratando de evitar cualquier tipo de enfrentamiento entre los sectores antagónicos.
