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ASUNCIÓN.- Encabezados por el PLRA, las bancadas de la Oposición de la Cámara de Diputados resolvieron plantear la semana próxima el juicio político al ministro del Interior, Francisco de Vargas. Saben que no tendrán los votos necesarios para hacerlo puesto que la bancada colorada tiene mayoría propia. Así que el planteamiento no pasará de ser algo testimonial.
El líder de la bancada liberal de la Cámara de Diputados, Jorge Ávalos Mariño ya lo había anunciado semanas atrás y ahora lo confirmó, pedirán que se inicie el proceso para someter a juicio político a de Vargas, por mal desempeño en sus funciones, ya que lo hacen directamente responsable de la falta de resultados en el combate al EPP y en el asesinado de 8 militares de la Fuerza de Tarea Conjunta, además del nivel de inseguridad que se vive en todo el país.
El miércoles tendrá entrada el proyecto de libelo acusatorio en la plenaria de la cámara, el cual será girado a comisión. Todos los sectores de oposición llegaron a un acuerdo y decidieron emprender juntos la idea de enjuiciar al ministro del Interior.
Esto no tendría nada de raro si no fuera porque el mismo Ávalos Mariño ya reconoció antes que lo más probable es que no tengan mayoría para que la Cámara de Diputados formule la acusación y apruebe el libelo acusatorio, a pesar de lo cual harán la presentación. O sea, saben que van a perder pero aun así harán el pedido.
Luchar contra molinos de viento puede resultar muy romántico y alentador en algunas cuestiones. Pero cuando se trata del trabajo del Legislativo, en donde hay tantas cuestiones pendientes, se deberían hacer las cosas pensando en el resultado. Esto de hacer política testimonial, sin conseguir nunca algún pequeño triunfo, lo único que hace es que todo resulte una soberana pérdida de tiempo.
No va a correr el juicio político a de Vargas, porque el oficialismo colorado –que tiene mayoría propia en la cámara- ha dado su apoyo al presidente Horacio Cartes y a su política de seguridad, en la cual está incluido el ministro del Interior. Esto significa que los opositores no tendrán la cantidad de votos necesarios para enjuiciarlo.
Lo cierto es que con este tipo de actitudes, el juicio político, una figura constitucional que debería ser respetada y tratada con seriedad, pierde cada vez más credibilidad, porque los legisladores no juzgan a quienes deben juzgar, postergan las condenas o amenazan con ellas de manera absolutamente irresponsable.
