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Los disidentes pretenden que en la Cámara de Diputados haya inestabilidad para cambiar la mesa directiva, según el presidente del cuerpo, Pedro Alliana, quien dijo que el trasfondo es que al asumir cortó los negociados que tenían algunos de los legisladores, pero que éstos son minoría y no podrán salirse con la suya.
ASUNCIÓN.- Los colorados disidentes siguen sin aceptar que el oficialismo se haya quedado nuevamente con la Presidencia de la Cámara de Diputados, y pretenden generar un ambiente de inestabilidad para obligar al pleno a cambiar a la mesa directiva, según Alliana, quien, sin embargo, aseguró que no podrán hacerlo ya que son minoría.
La cuestión no tiene nada que ver con principios o diferencias políticas, lo cual se deduce de lo dicho por el mismo Alliana, quien aseguró que el verdadero trasfondo de esta molestia que siguen manteniendo los disidentes es sencillamente porque desde que asumió la Presidencia decidió cortar con varios negociados que mantenían algunos diputados.
La bancada de Colorado Añetete ayer no asistió a la sesión extra convocada por la Presidencia, en donde se trataron varias ampliaciones presupuestarias que habían quedado pendientes en la sesión del martes a la tarde.
Alliana había decidido convocar a la sesión extra de la mañana, consciente de que la cercanía de las internas hace que la mayoría de los diputados prefieran hacer campaña proselitista en lugar de asistir a las sesiones. Pero aun así, varios estuvieron ausentes, los disidentes, con la intención de generar incidentes, y los demás, por haber viajado a sus localidades del interior.
Según el presidente de la cámara, la idea de los disidentes es sacarle del cargo para colocar en su lugar a Óscar Tuma, y por eso están pretendiendo desestabilizar el funcionamiento del cuerpo legislativo.
En cuanto a las medidas que tomó, dijo que lo hizo por haber encontrado muchas irregularidades, por lo que decidió que no hubiera aumento presupuestario para la provisión de bocaditos, combustible y reparación de vehículos de la cámara, que ahora serán rematados. “Nosotros cortamos muchos servicios porque no pretendemos hacer eso. No solo es política lo que pasa acá sino que es una cuestión de negocios”, aseguró.
Dijo que “llama la atención, por ejemplo, la seguridad en la cámara, ya que hay numerosos policías apostados acá pero se contrataron unos guardias privados. Con 110 millones de guaraníes al mes, había dos personales controlando con un espejo debajo de los vehículos”.
En cuanto a la utilización de vehículos del Estado para cuestiones privadas, añadió que “nosotros ganamos muy bien y tenemos recursos importantes para hacer política y no hay necesidad de usar los recursos del Estado”.
