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ASUNCIÓN. “Hoy a las 15:00 hay una reunión con el Ministro (Eduarto) Petta, titular del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) por fin. Ahí vamos a hacer presión para decirle que no mienta más y construir juntos, porque solo no se construye. Es la vida la que está en juego”, expresó hoy Miguel Marecos, presidente del Sindicato Nacional de Directores de Instituciones Educativas Públicas (SINADI).
Aclaró, entre tanto, en su conversación con periodistas de la 650 AM, que desde el SINADI “por salud mental, ya no le escuchamos al Ministro Petta, porque dice falacia tras falacia, mentira tras mentira, y no lo digo yo, lo decimos todos”.
Entre las variadas aristas polémicas de la gestión de Petta al frente del MEC, ahora la fuente de la crítica es la vuelta a clases 2021. Y los directores de instituciones educativas agremiados en el SINADI no dejan de señalar que no saben “cuál es el apuro para iniciar las clases ahora a tambor batiente”.
“Nosotros sostenemos el inicio del año escolar con clases virtuales hasta terminar el primer semestre, ajustar todos los errores que estamos teniendo, las improvisaciones que hubo el año pasado”, agregó Marecos.
Precisó, igualmente, que recorren escuelas y colegios para verificar in situ las condiciones de infraestructura y de capacidad de adquirir insumos sanitarios de cada institución. Pero, volvió a remarcar que los locales de enseñanza pública visitados “demuestran que hay muchas probabilidades de contagio comunitario (del Covid-19) por falta de medidas de medidas sanitarias, los baños están en muy mal estado”.
“Es mejor entrar con las clases híbridas en agosto, no presenciales por completo, porque aún hay un riego. Si hubiésemos estado en el MEC, ya hubiésemos mandado cuadernillos para todas las zonas donde no hay conectividad. También ya hubiésemos hecho la capacitación de docentes con respecto al uso de las herramientas informáticas en diciembre, enero y febrero”, amplió Marecos.
“Otro problema que detectamos es que los padres a veces tienen celular de baja gama y a veces 3 o 4 hijos, y ellos llevan el teléfono al trabajo, y eso también se hubiese corregido”, concluyó, sin especificar cómo el Estado o el Gobierno, en este caso, “corregiría” el acceso de los padres, tutores o encargados a teléfonos celulares de alta gama.
