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ASUNCIÓN.- Una manifestación realizada ayer en la Plaza Uruguaya tuvo la intención de protestar en contra del ministro de Educación, Enrique Riera, pero utilizando recursos ridículos y nefastos, como la evocación al siniestro grupo racista americano conocido como el “Ku Klux Klan”.
Cualquier persona más o menos informada sabe que hay cuestiones que no pueden ser objeto de burla o ridículo porque su significado es demasiado fuerte y doloroso para determinados grupos. Por eso, cuando se intenta bromear sobre el Tercer Reich y lo hecho por Adolfo Hitler en contra de los judíos, la prudencia suele aconsejar cambiar de tema y objetivo, ya que las heridas siguen abiertas, puesto que la afrenta a la gente fue demasiado grande.
Esto mismo ocurre con el KKK americano, un nefasto grupo racista que fue creado por personas que proclamaban la superioridad blanca y perseguían con torturas y hasta asesinatos a la población negra del país del norte. Pretender emular a este grupo, mostrándolo como si fuera un chiste, es una bofetada para quienes siguen luchando por obtener igualdad de derechos.
Pero es justamente esto lo que hicieron unos desadaptados que ayer se disfrazaron con capuchas y túnicas blancas, supuestamente para burlarse del ministro Riera, aunque fue toda la población la que resultó burlada.
En realidad, no debería extrañarnos este circo montado por grupos minoritarios que están acostumbrados a gritar la supuesta dictadura que existe cuando las cosas no les salen como ellos quisieran. De hecho, pretender mostrar que el sistema que rige en el país es el de una dictadura, contradice la propia existencia de estos grupitos, que no tendrían forma de accionar si no fuera porque en este país están garantizadas las libertades públicas y se respeta el derecho a manifestarse de cualquiera, hasta de quienes muestran su ignorancia y les gusta hacer el ridículo.
Con carteles con los que, supuestamente, felicitaban a Riera, estos manifestantes pretendieron burlarse de la política del gobierno en cuanto a la educación y la supuesta decisión de no permitir que se impartan clases sobre ideología de género en escuelas y colegios.
