BRASILIA – Tras destituir a Dilma Rousseff, de la presidencia del Brasil, los integrantes de la Cámara de Senadores realizaron la votación que decidía si la misma debería ser o no alejada de las funciones políticas.
Tras conocerse el resultado de la votación, en la que 61 senadores votaron a favor y 20 en contra, los legislativos llevaron a cabo otra votación con el objetivo de decidir si Rousseff sería castigada con la suspensión total de cualquier actividad pública por los siguientes 8 años como dice la reglamentación del impeachment.
Luego de un debate entre la oposición y el oficialismo, el Senado decidió en otra votación que la líder del Partido de Trabajadores no quede inhabilitada de ejercer cargos políticos.
Con 42 votos a favor, 36 en contra y 3 obtenciones, la ahora ex mandataria no pierde ningún derecho en la actividad pública y política.