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ASUNCIÓN.- Hasta la noche del miércoles pasado era un perfecto desconocido. Hoy está en boca de todos. Ayer fue la “estrella” de todas las audiciones deportivas, donde le preguntaron de todo y respondió todas las inquisiciones con modestia y con seguridad. Asistimos la noche pasada al nacimiento de un ídolo. Como lo fueron, en su mismo puesto y a lo largo de la historia, arqueros como Adolfo Riquelme, campeón sudamericano de Lima, o Ramón Maggeregger, mundialista en Suecia.
Nació el 5 de abril de 1996. Hace poco más de un mes que cumplió 21 años y apareció el añopasado, allá por el mes de octubre, supliendo a “Pipo” González, en el arco de Nacional, adonde llegó procedente de Tacuary, hoy en la segunda división de nuestro fútbol. Hizo una gran campaña en la Sub 20 donde se destacó por su potente disparo.
Emulando a José Luis Chilavert, se convirtió en el especialista en tiros libres y penales de su equipo, con tremendos aciertos, en ambas funciones. Pero además se destaca no solamente por eso sino porque también es muy bueno en las artes propias de un golero, que es atajar.Se inscribió en la reducida lista de héroes del fútbol paraguayo actual, tan escasos últimamente, con su fenomenal tarea defendiendo la valla de Nacional ante Cruzeiro y ayudó de gran manera para que su club traspusiera la barrera de la primera etapa de la Copa Sudamericana.
Cuando Salgueiro elevó la pelota lejos del arco y falló el primer penal de Nacional, todas las miradas y las esperanzas se centraron en el joven portero. Y con absoluta seguridad se lanzó a su derecha para atrapar el disparo de Alison para devolver el alma al cuerpo de los hinchas tricolores. Y enseguida nomas lo mandan a chutar el segundo penal.Colocó la pelota a la izquierda mientras el portero contrario se lanzaba hacia el palo opuesto.
Después que los dos equipos empataron 2-2 en los penales, le tocó el turno a Walter Rodríguez que mando la pelota a la vacía tribuna Sur. Y otra vez el fantasma del fracaso, pero esta vez la diosa fortuna estuvo de su lado y Fabrizio estrelló la pelota en un poste. Seguían 2-2 y restaba una ronda. El lateral derecho Víctor Dávalos apunta a la derecha de Raphael y marca el tercero para Nacional.
Y después se completó la noche soñada de Santiago Rojas cuando contuvo el disparo de Arrascaeta para convertirse, a partir de entonces, en el nuevo ídolo tricolor…
