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ASUNCIÓN. Después de más de 2 horas de discusión, el Senado tomó juramento a Javier Odilón Vera, alias Chaqueñito, dejando definitivamente fuera a Rafael Esquivel, alias Mbururú, quien no pudo jurar por estar preso en el penal de Tacumbú.
El bloque colorado apoyó el dictamen de la mayoría de Asuntos Constitucionales que recomendaba tomar el juramento a Vera, por ser el siguiente en la lista de senadores de Cruzadas Nacional. La oposición, sin embargo, con un dictamen en minoría planteó que se convoque al primer suplente del payismo, ya que para que esté definitivamente inhabilitado, se necesitaba que Esquivel tuviera condena firme y ejecutoriada y no solo prisión preventiva como hasta ahora.
Uno de los argumentos esgrimidos por el tercer espacio fue que no se podía convocar a Vera, porque no había sido proclamado, mientras que la lista de suplentes sí lo fue. A esto respondieron los colorados Basilio Núñez y Silvio Ovelar que al inicio del período anterior, el entonces presidente del Senado, Fernando Lugo, no tuvo ningún problema en convocar a jurar a 2 personas que no habían sido electas ni proclamadas, refiriéndose a Rodolfo Friedmann y Mirta Gusinky. No hubo respuesta a esto.
Lo cierto es que Chaqueñito obtuvo 27 votos contra 10 e inmediatamente fue convocado a prestar juramento.
Una situación muy particular se dio en ese momento, puesto que, en lugar de sentarse al lado de las legisladoras de Cruzada Nacional, Vera se ubicó cerca de los colorados, lo que fue duramente cuestionado por Yolanda Paredes. Ovelar respondió que los legisladores no están sujetos a mandatos imperativos y que pueden sentarse donde así lo prefieran.
Cuando el presidente pidió que los legisladores se pongan de pie para recibir el juramento, la liberal Celeste Amarilla dijo que no lo iba a hacer, por lo que Ovelar pidió que todos los que no quieran pararse se retiren de la sala.
