ASUNCIÓN. El moderno edificio del Congreso presenta episodios propios de antiguas construcciones: goteras, filtraciones de agua y estructuras que, cada tanto, se vienen abajo. Esto último es lo que ocurrió con una parte del techo de uno de los recintos del legislativo, que se derrumbó. Afortunadamente no produjo heridos que lamentar.
Inaugurado en junio del 2003, el edificio del actual Congreso demandó la suma de 20 millones de dólares, donados por el gobierno de Taiwán.
A menos de 20 años, la estructura presenta déficit que se trasunta en diversos problemas. Una de las más recurrentes es la filtración de agua que se verifica en varios sectores.