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Con la presencia de los pilotos paraguayos Nelson Sanabria y la dupla integrada por Roberto “Beto” Recalde y Juan José Sánchez, el Rally Dakar 2018se puso en marcha ayer, en Lima, Perú, en su cuadragésima edición. En su primera interferencia “La Rubia” Sanabria logró una destacada actuación, ubicándose en el decimocuarto lugar de 49 participantes en la modalidad de quads. Todavía hay un largo trecho por recorrer en esta competencia que se prolongará hasta el 20 del corriente mes.
LIMA.- El piloto paraguayo Nelson Sanabria culminó la primera etapa de la carrera, que desarrolla el trayecto entre las localidades peruanas de Lima y Pisco, en la decimocuarta posición. Sanabria al mando de su Quads (Yamaha Raptor 700) logró un tiempo de +6:16 ubicándose por detrás, 4 minutos de diferencia, del fránces Sebastián Souday, tercero en el podio que enseña a Ignacio “El Perro” Casale en la primera posición. Sanabria había partido en la posición 40 de 49 competidores.
La primera etapa de ayer se largaba en la localidad peruana, en Lima, Pisco, y contó con un recorrido de 272 kilómetros (31 km de especial). Salieron 337 vehículos, entre ellos 140 motos, 105 coches, unos 50 quads, 42 camiones y 14 vehículos utilitarios todoterreno (UTV), la reciente categoría creada en el rally, a mitad de camino entre los quads y los coches, de acuerdo a lo previsto por la organización del Rally Dakar.
Los 525 participantes de la tradicional competencia automovilística deberán sortear cinco días de dunas en Perú, además de otros cinco a más de 3.000 metros de altitud en Bolivia y también cinco días en el calor de Argentina y complicada orografía. Serán 9.000 kilómetros, más de la mitad de ellos cronometrados, los que deberán recorrer los pilotos, en las distintas categorías habilitadas.
La primera semana de la carrera se correrá casi exclusivamente por arena, dunas gigantescas y tramos fuera de pista, poniendo a prueba la capacidad de los pilotos para navegar por terrenos inestables y sin casi referencias. Quienes sobrevivan a las innumerables trampas de los primeros días llegarán a Bolivia y se enfrentarán a condiciones extremas debido a la elevada altitud, el frío y la lluvia, que volverá a hacer acto de presencia en el altiplano andino y convertirá la ruta del Dakar en un barrizal a más de 3.500 metros sobre el nivel del mar.
Los últimos días en Argentina decidirán el resultado de la carrera por terrenos más clásicos del Dakar sudamericano, pero igualmente difíciles con vegetaciones entre unas dunas más pequeñas, pero más traicioneras.
