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Por falta de garantías, el bloque de 25 senadores que apoyan la reelección vía enmienda volvieron a ausentarse en la sesión extra convocada para ayer, lo que obligó a levantar la reunión al quedarse sin quórum. Quedó demostrado a las claras que siguen manteniendo la mayoría en la Cámara Alta. Lo absurdo es que el presidente de la misma, Roberto Acevedo (PLRA), rechazó la idea de que él no representa a este sector, aunque en todo momento ha dado pruebas de ello.
ASUNCIÓN.- La sesión del Senado volvió a quedar sin quórum. Si la situación se hubiera dado hace unos pocos meses, el “grupete” de disidentes y sectores de la oposición habrían tenido la suficiente mayoría para imponerse como hicieron desde hace casi 2 años, sin importarles un ápice lo que pensara la minoría que en ese momento era la bancada colorada oficialista.
Pero como ahora perdieron ese poder, están que trepan por las paredes porque se encuentran absolutamente impotentes ante la evidencia de que, no solamente perdieron la mayoría, sino que no pueden hacer nada para cambiar la realidad.
El principal conflicto en la Cámara Alta no es el cambio de la mayoría, sino que en esta rara situación, la minoría sigue detentando el poder porque tiene la Presidencia, la mayoría de la mesa directiva y la Presidencia de todas las comisiones asesoras. Y esto será así hasta que en julio próximo se inicie el nuevo período y se elija a nuevas autoridades.
Así que Acevedo, como presidente de la cámara, rompe todos los esquemas al desobedecer abiertamente a la mayoría y mostrarse complaciente con la minoría, que fue justamente la que le puso en el cargo cuando podía contar con 23 votos.
Al tener que levantar nuevamente la sesión por falta de quórum, el liberal dijo que lo que hacían los sectores proenmienda era una burla a la ciudadanía, y reclamó que el oficialismo colorado, el luguismo y el llanismo liberal le reclaman que represente a la mayoría. “No sé por qué dicen que no les represento”, dijo con total desparpajo sin recordar que se retiró de la mesa de diálogo convocada por el Ejecutivo por orden del “grupete” y sin tener en cuenta el pedido de la mayoría por citar solo un ejemplo.
La situación está mucho más complicada de lo que quieren hacer creer los senadores del “grupete”. Y corresponde que ellos, que manejan la mesa directiva y la Presidencia, deben buscar alguna forma de solución, antes de que los proyectos a su cargo empiecen a tener sanción ficta de manera generalizada.
Tanto Acevedo como su “titiritero” Eduardo Petta, se llenaron la boca para decir que los ausentes estaban “incumplimiento sus obligaciones”, lo que no decían cuando ellos dejaban sin quórum la sesión cuando se debía tratar temas de interés nacional.
La senadora colorada Lilian Samaniego salió al paso de estas declaraciones y sostuvo que no existen las garantías para que ella, sus correligionarios y otros legisladores puedan asistir al Congreso.
NO IRÁN HASTA QUE NO LOS RESPETEN
La bancada del Frente Guasu no aduce “cuestiones personales” para justificar su inasistencia reiterada a las sesiones del Senado, sino que reconoce que lo hace porque el presidente del cuerpo no respete la institucionalidad y “la convivencia democrática entre sus pares” y se lo dijo a Robert Acevedo en una nota que lleva la firma de los 5 integrantes, incluido Fernando Lugo.
Dice la nota al titular del Senado que “consideramos que ante la grave crisis política nacional usted actúa con marcada parcialidad y falta de respeto a la condición de igualdad entre colegas”.
“Las discrepancias coyunturales entre los colegas senadores de diferentes bancadas lo han llevado a usted a romper reglas fundamentales de la institución parlamentaria, ya que su obligación como presidente es acatar las decisiones de la mayoría y respetar las posiciones de la minoría”, agrega.
Lo que queda muy claro con la postura del FG es que sus senadores seguirán firmes en su postura hasta que Acevedo muestre su intención de respetar la institucionalidad y “la convivencia democrática entre sus pares”.
