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La Armada Argentina indicó este martes que continúa sin rastros del submarino ARA San Juan, desaparecido con 44 tripulantes hace 14 días. “Son horas críticas y angustiantes”, afirmó Enrique Balbi, el portavoz de la Marina. Y sostuvo además que no son buenas las condiciones climáticas en el área de operaciones, que abarca unos 4.000 kilómetros cuadrados.
BUENOS AIRES.- Además, Balbi confirmó que el jefe de la Armada, el almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur, se reunió con Oscar Aguad en el Ministerio de Defensa. Y descartó que se haya tenido contacto con algo que se asimile a un submarino.
Ante la pregunta de periodistas sobre si hay una interna entre la Armada y el Ministerio de Defensa, Balbi no hizo referencia al tema y apuntó al esfuerzo conjunto: “La Armada y el Ministerio de Defensa está abocada a la búsqueda del submarino y al apoyo de los 44 familiares”.
El submarino tuvo un último contacto el miércoles 15 de noviembre a la mañana, cuando navegaba a la altura del golfo San Jorge hacia su apostadero en la base naval de Mar del Plata.
El amplio e internacional operativo desplegado en el Atlántico Sur incluye varias unidades de mar y de aire rastrillando la zona. Entre ellas hay 8 buques, con presencia rusa, norteamericana y británica.
“Siguen los 8 buques operando: el centro de búsqueda está en la última posición referenciada, consistente con una explosión, informada por el embajador argentino en Austria. Cubre una superficie circular de casi 4 mil km cuadrados”, precisó el vocero de la Armada.
En la noche del lunes, se reveló el contenido del último mensaje que salió del submarino. Balbi se mostró molesto con la filtración.
“A la Armada le llamó la atención las versiones periodísticas en el día de ayer (por el lunes), porque hace más de una semana que yo les venía contando los diferentes indicios que fuimos recibiendo del submarino, en cuanto a entrada de agua por el esnórquel: ante el mal sistema de ventilación se produjo un cortocircuito con un principio de incendio, humo sin llama. También venía explicando al redundancia de equipos”, dijo el vocero.
Respecto de las condiciones climáticas, Balbi manifestó que hay vientos regulares y olas de entre dos y tres metros.
“Todavía está demorado el arribo del submarino de Estados Unidos, se estima que hoy por la noche o mañana a la mañana (por hoy) arriba al área de operaciones”, explicó Balbi.
“El buque ruso se mantiene para arribar el 5 de diciembre. Ya zarpó la corbeta Robinson con el vehículo sumergible remolcado ruso, que tiene un alcance de 200 o 300 metros”, agregó.
Por esto, habló ayer de incertidumbre. “Van 13 días de búsqueda. Son horas de incertidumbre, que no la genera la Armada: la situación es incierta. Hubo un montón de falsos ecos, una balsa, bengalas. Nuestra zona del mar es muy amplia y tenemos muchas unidades de superficie trabajando en un área grande con profundidades que llegan hasta los mil metros”, detalló.
EL ÚLTIMO MENSAJE DEL SUMERGIBLE DESAPARECIDO
El último mensaje del submarino argentino desaparecido en el Atlántico Sur con 44 tripulantes reportó un cortocircuito y un principio de incendio en las baterías, según el texto revelado la noche del lunes por el canal A24 de Buenos Aires.
“Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N° 3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barras de baterías. Baterías de proa fuera de servicio. Al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal mantendré informado”, se lee en el mensaje del “ARA San Juan” reproducido por el canal.
Se trata del texto de la última comunicación enviada el miércoles 15 de noviembre, antes de que se perdiera el contacto con el submarino, que es buscado intensamente desde hace 12 días en un operativo del que participan 14 países.
La Armada argentina (Marina de Guerra) había informado que el submarino reportó una avería en las baterías, pero que ésta había sido subsanada. La última comunicación se produjo cuando el “San Juan” navegaba por el Golfo San Jorge, a 450 km de la costa argentina.
El submarino había zarpado el domingo 11 de Ushuaia (3.200 km al sur) de regreso a Mar del Plata (400 km al sur), su apostadero habitual.
