ASUNCIÓN. La capital del país no cerró sus vías de acceso, como sí hicieron intendentes y gobernadores del interior en clara violación a la Constitución, pero la Policía Nacional decidió endurecer los controles para evitar la circulación de vehículos y personas, tanto en Asunción como en las ciudades aledañas.
Bajo el viaducto de Mariscal López y Madame Lynch se instaló un grupo de policías que detienen a todos los vehículos que quieren ingresar a Asunción, y solo pueden hacerlo los conductores que justifican su necesidad de llegar a sus lugares de trabajo.
La mayoría de los que son autorizados a llegar a la ciudad son médicos y enfermeras, aunque también hay trabajadores de otros sectores que llaman a sus trabajos para que justifiquen su ingreso, especialmente empleados de supermercados, farmacias o comercios.
Un policía dijo que “los que no tienen (algún carnet) llaman a sus respectivos trabajos, pero la mayoría acredita que son personal de blanco y se procede a la liberación de los mismos”.