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Cerro Porteño se impuso anoche 1-0 ante Rubio Ñu, en un partido intenso, muy complicado en el que encontró una ocasión de anotar y lo consiguió aunque la culminación de una buena jugada, fue gracias a un gol contra su valla de Paúl Riveros. El cuadro cerrista mostró una leve mejoría, pero aún no llega al nivel deseado, según lo comentaron allegados al plantel azulgrana.

En el fútbol todo ya está descubierto, nada nuevo hay bajo el sol. Tal vez pueda encontrarse novedades en infidelidades ignotas, en pases estratosféricamente caros y en alguna que otra cosa más. Pero en un medio donde nos conocemos todos, un duelo entre Cerro Porteño y Rubio Ñu, por ejemplo, es previsible. Y previsible fue lo que hicieron ayer los dos que se enfrentaban en la Nueva Olla.

Por un lado, un equipo que sabiendo la superioridad del rival, aunque en el juego no lo demuestre, se dedicó a defender. Se encogió sobre su área y se dedicó a salir de contragolpe. ¿Cuál de los dos? Por supuesto que Rubio Ñu. Y el otro, a caballo de su fama y de sus pergaminos, salió a buscar el gol, con más ganas que claridad pero así y todo consiguió abrir el marcador.

Y como están de moda los goles en contra, aquí también se dio uno, aunque algunos dicen que el gol fue del que disparó y otros del que la mandó adentro. En esa jugada sobre los 25 del primer tiempo no hubo dudas: el tiro de Insaurralde fue defendido por Paul Riveros y cuando intentó sacar la pelota fuera del área, de un puntazo la mandó adentro, tras pegar en un palo. Para este medio, autogol del jugador de Rubio Ñu.

Pero ¿cómo se llegó a eso? Pues porque Cerro volcó todo su poderío ofensivo en las piernas de Hugo Aquino y Óscar Ruiz que por el sector izquierdo encontraron enormes facilidades. Pero no habia eco adelante, porque la defensa de Rubio Ñú que pronto cambió dos hombres, aguantaba a pie firme. Pero un mal saque del portero Beltramella fue interceptado por Insaurralde que jugó con Alfio Oviedo y de vuelta para el argentino cuyo remate produjo finalmente el autogol

Y con esa misma tesitura se reanudó el partido. La segunda etapa fue un calco de la primera pero Rubio Ñu fue más ofensivo y para profundizar su afán de encontrar la paridad, mandó a la cancha al “Ogro” Correa, sacándolo a Godoy con la clara intención de poner más fuerza en la ofensiva.

Cerro replicó con Nelson Haedo y volcó el juego por la derecha, aprovechando el tándem de los dos Rojas que intentaron el desequilibrio y apunto estuvieron de conseguirlo, solo que Jorge Rojas no llegó a un excelente cruce de Hugo Aquino.

A en los tramos finales del encuentro, Leonel Álvarez llamó a Juan Aguilar por Jorge Rojas con la intención de sostener el resultado. A esa altura, con Insaurralde en baja, con Haedo corriendo sin encontrar el rumbo, la cuestión era defender bien esa ventaja que podía constituirse en una victoria importante, para volver a soñar con el campeonato.

Y en las dos últimas acciones del encuentro, Antony Silva le sacó una pelota de gol al “Ogro” Correa y en el contragolpe, Aguilar desperdició la oportunidad de sellar el partido. Pero al final ganó el Ciclón. Un triunfo alentador, ya con miras al encuentro del martes próximo ante Junior por la Copa Sudamericana.

SÍNTESIS DE LA JORNADA

Estadio General Pablo Rojas. Árbitro: Cristian Aquino. Asistentes: Rodney Aquino y Luis Onieva. Auxiliar: Marcos Galeano. Goles: PT: 25’: Paul Riveros en contra (CO). Amonestados: Ángel Martínez, Hugo Lusardi, Eric Cristaldo y Diego Godoy (RÑ). Marcos Cáceres, Ignacio Pallas y Cristian Insaurralde (CP).

CERRO PORTEÑO: Antony Silva; Fabián Franco, Marcos Cáceres, José Ignacio Pallas y Hugo Aquino; Jorge Rojas (Juan Aguilar), Rodrigo Rojas, Marcos Riveros y Óscar Ruiz; Cristian Insaurralde y Alfio Oviedo (Nelson Haedo). DT: Leonel de Jesús Álvarez.

RUBIO ÑU: Mauro Beltramella; Paul Riveros, José Gamarra (Ángel Martínez), Pedro Benítez (Julio Domínguez) y Eric Cristaldo; Eric Ramos, Luis Cáceres, Hugo Lusardi y Diego Godoy (Claudio Correa); Maxi Biancucchi y Nery Cardozo. DT: Hernán Lisi.