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La prestigiosa revista The Economist, referencia liberal en todo el mundo, dedicó la portada de esta semana al candidato derechista Jair Bolsonaro, favorito para las elecciones presidenciales en Brasil, a quien calificó como “la más reciente amenaza de América Latina”. En su editorial agrega otro duro mensaje, señalando que si Bolsonaro llega a ganar los comicios “sería un presidente desastroso”.
SÃO PAULO.- El texto comienza diciendo que los brasileros deben estar preguntándose si Dios, que también sería brasileño, salió de vacaciones. “La economía es un desastre, las finanzas públicas están bajo presión y la política está completamente podrida”, afirmó y añadió que la “criminalidad también está creciendo”.
Y en las elecciones “parece bastante posible” que la victoria sea de Bolsonaro, o sea, “ellos (brasileños) arriesgan a convertir todo el escenario en peor”. El “promete salvación, pero en realidad, es una amenaza para Brasil y América Latina”. Es más un “desfile de populistas” que abarca al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Rodrigo Duterte en Filipinas, Matteo Salvini en Italia y López Obrador en México. Pero la revista advierte que “Bolsonaro sería un añadido particularmente desagradable a este club”.“Si ganase, podría poner en riesgo la propia supervivencia de la democracia en el mayor país de América Latina”, afirma el medio inglés.Señala además, que en su campaña habla en “tentación de Pinochet”, alertando a los liberales brasileños contra la promesa de reformas como aquellas hechas por el dictador chileno, que resultaron en la “relativa prosperidad de hoy, pero a un precio humano y social terrible”.“Bolsonaro tiene una admiración preocupante por la dictadura y dedicó su voto para destituir a Dilma Rousseff (2016), al comandante de una unidad responsable de 500 casos de tortura y 40 asesinatos bajo el régimen militar que gobernó Brasil desde 1964 a 1985. El compañero de fórmula de Bolsonaro es Hamilton Mourão, un general de reserva. El año pasado, mientras estaba aún de servicio, pensó que el ejército podría intervenir para resolver los problemas de Brasil. La respuesta de Bolsonaro al crimen es, en realidad, matar más criminales, aunque en 2016, la policía mató a más de 4.000 personas “, sostiene la publicación.El reportaje sigue afirmando que los brasileños guardan cierta resignación en cuanto a la corrupción, resumida en la frase “roba, pero lo hace”. “Ellos (los brasileros) no deberían enamorarse de Bolsonaro – cuya frase podría ser `ellos torturaron, pero actuaron`. América Latina conoce a todos los tipos de hombres fuertes, la mayoría de ellos terribles. Las pruebas más recientes de esa situación, se pueden ver en Venezuela y en Nicaragua”, menciona el editorial.
