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ASUNCIÓN. En un día marcado por la tristeza y el recuerdo, hoy se cumplen 19 años del hallazgo del cuerpo sin vida de Cecilia Cubas, hija del expresidente Raúl Cubas, quien fue secuestrada el 21 de septiembre de 2004 por miembros del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
El 16 de febrero de 2005, la nación paraguaya fue estremecida al descubrir el cuerpo de Cecilia Cubas en la llamada “Casa del terror” en el barrio Mbocayaty de la ciudad de Ñemby. Tras casi cinco meses de cautiverio, el macabro hallazgo reveló que Cecilia había sido dormida con un sedante y enterrada viva, según los estudios forenses.
El cruel destino de Cecilia Cubas se tejió con la participación de los miembros del Brazo Armado del Partido Patria Libre, quienes posteriormente se autodenominaron como el EPP. Además, se reveló que las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) asesoraron el secuestro, con Rodrigo Granda, líder del grupo, dando instrucciones sobre cómo negociar el rescate bajo el alias de “la fruta”.
“La fruta” se está pudriendo decía, uno de los textos y se recomendaba deshacerse de la misma. A finales de ese año 2004, los criminales decidieron hacer fosa en la casa de Ñemby y ahí depositaron a la víctima.
El médico forense Pablo Lemir confirmó que la causa de la muerte de Cecilia fue la asfixia, causada por una fuerte dosis de disomnilan administrada por sus captores. La joven fue posteriormente enterrada viva después de que le cubrieran la nariz y la boca con cinta de embalaje.
