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WASHINGTON.- El presidente Donald Trump cumplió su promesa y puso freno al deshielo entre Cuba y Estados Unidos, iniciado por Barack Obama hace 30 meses. “Doy por cancelado el acuerdo de Obama. No apoyaremos al monopolio militar que oprime a los cubanos”, clamó el titular. Se limita los viajes a la isla, se prohíbe el flujo comercial con el conglomerado militar (60% de la economía) y se retoma la retórica del látigo. “Ha nacido una nueva política”, expresó.
“Prometí ser una voz contra la represión en nuestra región. Ser una voz para la libertad del pueblo cubano. Ustedes votaron por esa promesa y aquí estoy, como lo prometí”, dijo desde Miami -donde vive la mayor comunidad cubana en territorio estadounidense-. “Mi gobierno no se va a esconder ni excusar al régimen castrista. Sabemos lo que pasa y recordamos lo que ha ocurrido”, alegó.
