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ASUNCIÓN. La titular de la Sociedad Paraguaya de Infectología (SPI), doctora Elena Candia, abordó hoy algunos factores que los padres, tutores o encargados de los estudiantes primarios o secundarios deberían tener en cuenta a la hora de decidir por enviarlos a las clases presenciales.
Además del cumplimiento del protocolo sanitario básico de prevención, la profesional sugirió recabar información en fuentes oficiales acerca de la situación epidemiológica local, insistiendo en que las instituciones educativas deben “implementar estrategias de mitigación que contribuyan a disminuir el riesgo de transmisión del virus (Sars-Cov-2) en las escuelas”.
“La recomendación es mantener a los estudiantes en pequeñas burbujas y con un número reducido de personas por cada aula. La propagación de la enfermedad en la comunidad indica que si no se toman las medidas correspondientes que se vienen hablando desde hace un año, se podría tener transmisión dentro de las aulas”, advirtió.
Comentó, igualmente, en su diálogo con la 920 AM, que Asunción y Central tienen la “banderita roja” epidemiológica actualmente y que esto significa que “no se está haciendo mucho esfuerzo en la comunidad para frenar la transmisión de la enfermedad”.
Añadió que los responsables de los chicos deben visitar las instituciones educativas y verificar si las mismas poseen lavamos e insumos para la higiene de rigor, al igual que comprobar si las aulas pueden permanecer con puertas y ventanas abiertas.
“Si la escuela no tiene lugar establecido para el lavado de manos o el aula no tiene la posibilidad de abrir las puertas y ventanas, claramente, lo único que se hará es propiciar el contagio”, alertó.
Recordó con vehemencia que “no existe el riesgo cero” y que la evidencia científica demostró que los niños son susceptibles al coronavirus, que se pueden infectar y contagiar a otros. Si bien, probablemente, los chicos con covid puedan sobrellevar la enfermedad, sí pueden actuar como vectores y contagiar a los mayores en sus familias o hasta a sus propios docentes.
“Entonces, los padres de familia deben conocer en qué condiciones estarán sus hijos estudiando en clases. Deben saber si existe un riesgo elevado de transmisión y en consecuencia pueda contagiar a algún familiar que tenga alguna enfermedad de base y lo predisponga a complicarse”, finalizó Candia.
