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ASUNCIÓN. (Por José María Troche).- Si uno se pone a pensar en la forma que dejó Cerro Porteño, después de tantos años, y lo que está pasando con él, en “la vereda de enfrente”, solo se puede explicar con una remanida frase: “son cosas del fútbol”. Pero no. No son cosas del fútbol. Son cosas que no deben pasar en el fútbol si es que quienes los dirigen,sean clubes o asociaciones, deben tener la cabeza fría y evaluar los efectos y daños colaterales de cada una de sus decisiones.
Lo cierto y lo concreto es que a Diego Barreto le vino bien cruzar la calle. Desde que llegó fue recibido como grande que es. Y el mismo año que dejó Cerro Porteño como campeón del Apertura, se consagró con Olimpia campeón del Clausura habiendo sido su gestión fundamental para lograr el éxito.
Hoy no cabe la menor duda de que se trata del mejor arquero de la actualidad. Lo demostró en todo lo que se lleva de la temporada que incluye los 22 partidos del primer torneo y fundamentalmente lo 4 de este último. Y por si faltara decir algo más de él, Ever Almeida comentaba el lunes, en Radio 1 de Marzo, que “Si no hubiera sido por Barreto, el partido hubiera terminado 5-2 a favor de River”. Y si Ever lo dice es porque estamos en presencia de un grande.
Maduro, a sus 35 años, con 18 de ejercicio como profesional del fútbol, todavía nadie le encontró un mote, como los que acostumbra poner Julio González Cabello. Si Pérez fue “Candado” del arco de Sol de América de los ’90, tal vez ese mismo “marcante” le vendría bien, pero no me arriesgaría a proponerlo. Prefiero que esa hinchada que ya lo convirtió en su ídolo, sea el que lo bautice.Pero si hay un negocio donde se fabrican o venden arqueros, el dueño sería Barreto y todos le dirían “el patrón de arco”.
