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BUENOS AIRES – Un estudiante de Tandil de 22 años desarrolló una cartera inteligente antirrobo y antiextravío.

Hay pocas cosas más frustrantes que perder la billetera pero gracias al invento de Adán Baliña, un estudiante de la Universidad Nacional del Centro (UNICEN), en Tandil provincia de Buenos Aires, quizás no debamos sufrir esa situación nunca más.

“La idea surgió a raíz de una experiencia personal cuando un día perdí la billetera. Al llegar a mi casa tenía mucha bronca —estaba muy enojado—. Me puse a investigar y a buscar tecnología para desarrollar un dispositivo para que eso no me volviera a suceder”, dice en diálogo con Sputnik Adán Baliña, quien asegura no haber hecho un proyecto similar con anterioridad.

Para desarrollar la cartera, Adán buscó durante casi un mes un chip que acabó encontrando en Estados Unidos. La segunda etapa fue desarrollar una aplicación funcional para ‘smartphones’. En total, le llevó cuatro meses lograr crear el prototipo.

La billetera está hecha en cuero y cuesta entre 60 y 70 dólares. Se comercializa en Estados Unidos en una plataforma de micromecenazgo llamada Kickstarter. “La idea es comenzar ahí y en noviembre lanzarlo en Argentina y luego en el resto de Latinoamérica y otras partes del mundo”, dijo Baliña, quien cree que su producto correrá mejor fortuna en países desarrollados.

La billetera tiene un chip que se conecta al celular a través de Bluetooth. Desde el aparato es posible interactuar con la cartera mediante una aplicación. Se puede configurar una ‘alerta de separación’, para que el teléfono reciba una notificación cuando uno se separa entre uno y 100 metros de la billetera. En caso de no escuchar la notificación, la aplicación guarda la última posición de la billetera para poder rastrearla y localizarla. Otra de las opciones permite apretar un botón para que la billetera comience a sonar en caso de extravío. Pero también funciona al revés, de no encontrar el teléfono, la cartera cuenta con una opción que la hará sonar de forma autónoma aunque el dispositivo esté en silencio.

“Yo tengo el prototipo integrado en una billetera que ya tenía. La desarmé y le puse el chip”, aseguró Adán, quien nunca más volvió a perder su billetera.