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ASUNCIÓN.- El pedido de acuerdo constitucional enviado por el Ejecutivo para que el Senado confirme a Sandra Quiñónez como nueva fiscal general del Estado será tratado el jueves próximo en la sesión ordinaria de la Cámara Alta. Aunque algunos piensan que podría haber sorpresas, lo cierto es que, hasta ahora, pareciera que el rechazo a su designación sigue teniendo mayoría.
Tanto para colorados como opositores, y representantes de la sociedad civil, Quiñónez es, de lejos, la mejor opción para reemplazar a Javier Díaz Verón al frente del Ministerio Público. Es capaz, no tiene sospechas de corrupción, es valiente y siempre su actuación al frente de la Unidad Antisecuestro se enmarcó dentro de la ley.
En cualquier otro país, o por lo menos en un Parlamento diferente y con mayoría de patriotas, la designación del Ejecutivo hubiera sido recibida con aplausos. Pero aquí, y con este Senado, la cosa es bien diferente, así que, mientras dicen que la fiscala es poco menos que la divina guayaba, anuncian su contundente rechazo a su designación solamente porque fue elegida por Horacio Cartes, y nada de lo que provenga del presidente puede ser apoyado por el grupete de disidentes y opositores que siguen manejando a su antojo a la Cámara Alta.
Quiñónez solamente necesita mayoría simple para ser designada, es decir, el voto de la mayoría más 1 de los presentes. Hasta ahora tiene 12 votos confirmados (10 oficialistas y 2 oviedistas), y si con 23 presentes se tiene quórum legal, con esa suma podría bastar si es que solamente asiste el mínimo de senadores a la sesión de marras.
Pero eso suena muy utópico, puesto que el interés del Frente Guasu, el PLRA y la disidencia colorada, de que Quiñónez sea rechazada, es tan intenso, que seguramente el jueves asistirán, por lo menos, 40 senadores, lo que significaría que la fiscala necesitaría 21 votos para ser nombrada en la FGR, y eso es mucho más de lo que tiene hasta ahora.
Según el presidente del Senado, Fernando Lugo, “dependerá mucho del plenario; hay precedentes de rechazos de ciertas personas que han sido nominadas para ocupar cargos, como así también se prestan acuerdos, dependerá mucho del consenso que se haya construido y después ver si eso corre o no”.
En la reunión conjunta entre las comisiones de Asuntos Constitucionales y Legislación, que contó con la presencia de la fiscala, los senadores ya le adelantaron que votarían en contra de su designación. Así que todo parece indicar que lo que sigue será meramente de protocolo, sin que haya novedad alguna.
