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Un joven médico se suicidó en hospital

La madre del joven médico que se suicidó en mayo pasado, reveló los motivos que le habrían llevado a su hijo a tomar la drástica determinación. Aseguró que su hijo no soportó la presión de la carga horaria del Hospital de Clínicas, donde se encontraba trabajando. Ahora la progenitora solicitó a las autoridades que se investigue el trasfondo del caso, debido a que su hijo habría sido víctima de una explotación laboral de parte de los profesionales de la Salud que cumplen funciones en el mencionado centro asistencial.

Francisco Damián Rodríguez Benítez, trabajaba en vida en el Hospital de Clínicas.
Francisco Damián Rodríguez Benítez, trabajaba en vida en el Hospital de Clínicas.

ASUNCIÓN.- Zulma Benítez explicó que decidió hablar para que otros profesionales no pasen por lo mimo. En su carta, que se hizo viral por Internet, pidió al Ministerio de Trabajo, a los defensores de los derechos humanos, a la prensa oral, escrita y televisiva que se intervenga la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción y el Hospital de Clínicas, con el fin de revisar y modificar el reglamento de residencia de los médicos, donde son explotados en sus derechos laborales con una sobrecarga horaria “que atenta contra sus vidas y la de sus pacientes”, refiere la denunciante.

Se trata del caso de Francisco Damián Rodríguez Benítez (27), egresado de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) con un promedio de 4.58, el mismo formó parte del cuadro de honor.

Zulma siguió relatando que el joven se vio en la necesidad de renunciar por la presión en la carga horaria en el Hospital de Clínicas, pues no resistió tras entrar en un cuadro depresivo por todo el esfuerzo realizado para poder culminar sus estudios y encontrarse en una encrucijada.

 “No nos vamos a quedar quietos. Estamos trabajando en la Cámara de Senadores, Ministerio del Trabajo y de Educación también”, dijo con relación a las actividades que llevan a cabo para mejorar la condición de los residentes médicos.

Comentó que el joven estaba haciendo sus guardias en la residencia médica, pero que la carga horaria era excesiva. “En el primer mes se dio cuenta que le iba a ser imposible seguir. Me decía que era una explotación laboral galopante. Él decidió salir de eso, porque incluso no se alimentaba a hora. Había días que no almorzaba porque tenía que estar en el consultorio”, lamentó.

A eso se suma, que a su hijo lo utilizaban además como un ordenanza administrativo. “Yo después de su muerte me enteré que le tenían como mandadero, de aquí para ella. Ellos son médicos y no están para la parte administrativa”, resaltó.

Tras la renuncia a la residencia médica, luego de 15 días al joven le pidieron que se acerque a la facultad, donde las autoridades le informaron que también tenía que renunciar como instructor.

 “Mami, me pidieron que renuncie, pero yo tanto estudié, di mi vida por la facultad, era un alumno regular, en seis años terminé con promedio alto. ¿Cómo me van a cerrar las puertas?”, dijo la mujer recordando las palabras de su hijo.

Agregó  “Mi hijo era muy disciplinado, desde chico. Es algo muy triste esto. Nosotros siempre estuvimos presentes en la vida de nuestros hijos, nunca nos imaginamos que nos iba a pasar esto, nosotros los acompañamos desde el vamos, como familia cristalina. Este mi hijo era muy carismático”, resaltó la entrevistada.

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