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Magistral e incuestionable mensaje del presidente de la República, Horacio Manuel Cartes Jara al Congreso de la Nación, y por consiguiente al pueblo del Paraguay, en el inicio del periodo parlamentario, en coincidencia con sus tres años de gobierno al frente de la Primera Magistratura del país. Los viejos modelos corrompidos de hacer política en Paraguay ya no corren; el tajante mensaje a los miembros del Parlamento Nacional, haciendo alusión que el descredito de los señores parlamentarios ha llegado a los extremos, sin un ápice de patriotismo durante todo este tiempo y muchos de los mismos aún siguen ocupando un curul dentro del recinto parlamentario.
Claro y contundente mensaje desde el seno del Palacio Legislativo a los congresistas de la nación: que la mejor manera de ganar nuevamente la confianza, estima y consideración del pueblo elector nacional es solamente a través de las buenas gestiones, con transparencias por sobre todas las cosas realzadas en obras.
Ya era una vergüenza, que la mayoría mal llamados políticos y de todos los colores, salvo honrosas excepciones, en poco tiempo de llegar al cargo público, del día a la mañana, asustaba el cambio del nivel de vida llevada. Hasta hoy día lastimosamente, muchos de los mismos en forma descarada siguen ocupando cargos o curules en el congreso paraguayo.
El viejo sistema corrompido, ya no es para este tiempo, y ojala que ya no sea nunca más, en alusión al desafío lanzado por el presidente de la República del Paraguay a los parlamentarios que seguían atentamente el mensaje del titular del Poder Ejecutivo.
El pueblo está consiente, que todo gobierno ganará confianza del electorado en su conjunto, sea cual fuere el color de su predilección, demostrado en obras, y este gobierno presidido por Horacio Cartes, en estos tres años de gestión ha demostrado con creces su espíritu patriota y nacionalista. Su seriedad demostrada e institucionalizada, hoy día ponderadas en el mundo globalizado.
La forma de hacer política con este actual gobierno ha cambiado sustancialmente, muchos políticos sinvergüenzas dejaron de ser las eternas garrapatas que se mantenían de las tetas del Estado. Esto había creado dos polos totalmente opuestos en el Paraguay; los pobres que cada vez eran más pobres, y los escasos adinerados se volvían cada vez más adinerados, constituidos por políticos de la vieja guardia, parientes, amigos, hasta los folclóricos hurreros, y para peor sin ningún nivel cultural académico.
Con el gobierno actual, que marca y direcciona su política de gobierno en el campo institucional, del descredito pasó a la confianza, nivel de ponderación de los países de la región y con admirable calificativo a la nación.
Ya no es tiempo ni será para los políticos corruptos y sinvergüenzas, que manejaban a gusto y paladar los bienes del Estado para su provecho propio y su pequeño sequito. De esto el pueblo está cansado, que con discursos falaces ya no convencen, ni no convencerán a nadie. Las buenas acciones demostrada por el actual gobierno realzadas en obras, son los que apoyará la sociedad nacional en general, cansada de tantos actos corruptivos y dilapidados por políticos del viejo modelo caduco sin importarles su misión de servir a su pueblo.
