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A los 5 minutos del inicio de la sesión del Congreso Nacional, los diputados y senadores de la oposición comenzaron a mirar sus relojes; incomodarse en sus poltronas, y revisar sus celulares; esperando que acabe cuanto antes la lectura de rendición de cuentas del presidente Horacio Cartes; y este señor que se empecinaba en extender su exposición.
Todos estos parlamentarios ya tenían bien practicado su discurso, el que iban a grabar con los periodistas una vez que estos buscaban las reacciones al evento que tuvo a Cartes como centro de atención. No era necesario asistir a la exposición presidencial.
La reacción no sorprendió; todos los años es lo mismo, sea quien fuese el presidente de turno; solo fue cuestión de desempolvar las mismas frases de años anteriores.
Los dirigentes olvidan de inmediato –o no les importó- que el objetivo es contar lo que está haciendo el Ejecutivo; decirles que necesita para seguir con sus planes; relatar que camino está tomando para llegar a sus metas. ¿Qué esperaban?; una autoflagelación?¿Un aichinjara anga yo?
Los parlamentarios opositores exigieron una autocrítica; o sea, que Cartes haga también el trabajo que les cabe a los congresistas. El jefe del Ejecutivo hizo lo suyo, pero ellos (los parlamentarios) no se enteraron porque a los 5’ ya querían retirarse del recinto y buscaban las cámaras para registrar que asistieron a interesarse de la visión de país del Ejecutivo.
Este espacio les va a recordará; señores honorables congresistas que la Nación requiere de ustedes; de su trabajo, de sus conocimientos; no de sus discursos políticos electoralistas. Usen sus fueros para algo más útil que cuestionar a su oponente.
Abandonen por un rato la búsqueda de candidatos para el 2018; a la gente no le importa quién va a acompañar a Efraín y menos está preocupada si Lugo está habilitado.
Paraguay necesita más soluciones habitacionales y el Congreso tiene la llave para acelerar su construcción. Esa tarea generará una cadena de valor importante; pero eso no es conveniente porque Cartes capitalizará, entonces se debe trabarlo. Así piensan ustedes; congresistas de la oposición.
Los campesinos, además de educación financiera; necesitan más apoyo tecnológico y un sistema efectivo que garantice su impulso; y para ello el Parlamento debe generar las garantías legales.
Los productores y emprendedores precisan un sistema de transporte eficiente, para ser competitivos en costos y garantizar el desarrollo económico. Saben los parlamentarios para que esto ocurra deben ocupar más tiempo en legislar y menos en pensar crear condiciones de un juicio político a Cartes.
Cayeron techos de varias escuelas y los 120 congresistas saben que la acción del Ejecutivo es insuficiente; y se requiere de un fuerte apoyo de sus votos para impulsar planes que resuelvan. Deben generar las condiciones de compromisos y responsabilidades compartidas entre el Ejecutivo y Parlamento.
Los niños no saben de elecciones; no saben de internas políticas, pero si sufren el frío y el calor bajo los mangos en sus escuelas. Necesitan acceso a una educación de calidad en infraestructura y contenido, que les ayude a conectarse con el mundo moderno y sus desafíos. Ustedes, parlamentarios deben facilitarles eso.
Existen otros planteamientos que también exigirán la misma autocrítica que exigieron al jefe del Ejecutivo. Por ejemplo, señores parlamentarios, les recuerdo que todos los paraguayos tenemos el sagrado derecho a un sistema de salud; prestaciones básicas; transformar y renovar el Instituto de Previsión Social; mejorar y ampliar la infraestructura de salud. Todos los sectores involucrados están en el debate; menos los congresistas; al menos no escucho a los que levantan la voz cuando se encienden las cámaras de la televisión. Es que hablar del tedioso tema de salud no atrae votos; no es tema marquetinero.
En vuestros conocimientos radican los elementos que se necesitan para lograr un mayor y eficiente esquema de seguridad ciudadana. No es cuestión nomás de pedir cada tanto tiempo la cabeza del ministro de Vargas o la del jefe de Policía, como si eso fuera la solución.
Existen más argumentos que exigen de vuestro tiempo, dedicación y neurona y no desperdiciarlos en la búsqueda de candidatos presidenciales y/o exigiendo que los demás asuman responsabilidades que en todo caso son compartidas.
El Estado necesita US$ 21 millones para su cometido básico y necesidades urgentes y ustedes saben que está en sus manos que eso sea así; en este Gobierno o en el que vendrá.
Lo importante; dejen de perder tiempo jugando a las adivinanzas y trazando arabescos sobre el futuro político e inventando candidatos y situaciones políticas que favorezca al rekutu. Basta de plantear situaciones con tal cual Gobierno después del 2018 cuando todavía no cumplen su cometido en este periodo.
Autocrítica señores congresistas; autocrítica.
