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El viceministro de Seguridad Interna, Crio. Óscar Pereira, se refirió al asalto ocurrido en la localidad de General Delgado, Departamento de Itapúa, en la tarde del martes, donde un grupo tipo comando integrado por unas 10 personas fuertemente armadas robó un vehículo transportador de caudales de la empresa Prosegur. Pereira destacó que el atraco fue “bien planificado” y que la gravedad radica en el uso de explosivos y armas de grueso calibre por parte de los delincuentes.
En entrevista con el programa “Así son las cosas”, por la emisora Universo 970 AM-Nación Media y Canal GEN, Pereira calificó el asalto como un hecho “bastante grave” debido a la forma en que se ejecutó. Destacó que el atraco parecía estar bien planificado y que los delincuentes emplearon explosivos y armas de grueso calibre durante la operación.
El viceministro también informó que una persona fue detenida y está a disposición de la Fiscalía. Se trata de Miguel Ángel Valiente Amarilla, de 32 años, quien fue aprehendido debido a su actitud sospechosa cerca del lugar del asalto, y se le incautó un celular. Hasta el momento, no ha hecho declaraciones, explicó la autoridad.
Por otro lado, respecto al delincuente fallecido en el enfrentamiento se identificó como Vicente Amado Alderete Barrios, de 33 años, quien ya tenía una orden de captura por asociación criminal y robo agravado. Barrios formaba parte del grupo tipo comando que perpetró el asalto al camión transportador de caudales. Según el informe del médico forense, recibió un impacto de bala en el rostro y descendió hacia el cuello.
Las primeras versiones sugerían que la banda podría estar integrada por policías y militares, pero el viceministro Pereira destacó que aún no hay información concreta sobre ese tema y que se está investigando.
Un aspecto clave de la investigación es el origen de las dinamitas en gel utilizadas durante el asalto. Se está trabajando para determinar si estos explosivos están relacionados con alguna institución del Estado.
El incidente causó conmoción en la región, y la explosión se escuchó a varios kilómetros del lugar. Incluso los pobladores y automovilistas se detuvieron para recoger los billetes dispersados en la ruta, lo que ilustra la magnitud del caos que se desató en General Delgado ese fatídico martes.
