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El economista en jefe del Banco Mundial, William F. Maloney, presentó un informe del organismo internacional que se llama “Competencia: ¿El ingrediente que falta para crecer?”, que señala los aspectos negativos que afectan a la economía regional, incluyendo a nuestro país.
El experto afirmó que los escenarios políticos inestables suelen ser una constante en países de la región, y al margen de las valoraciones que se realizan, representan incidencias perniciosas para el desarrollo.
Manifestó que “los ruidos políticos son desincentivo para los inversores, principalmente para las que llevarán entre 5 y 10 años. A más ruido político, menos inversores querrán participar a largo plazo”.
“El crimen organizado y la violencia que este genera son una fuente creciente de destrucción y estancamiento para la región. Las repercusiones de la violencia se extienden al crecimiento económico, la productividad y la capacidad del Estado. La violencia afecta al crecimiento económico de varias maneras. Cuando amenaza los derechos de propiedad, impacta en las decisiones de inversión privada”, añadió.
Apuntó, por otro lado, que alrededor del veinte por ciento de la población de América Latina y el Caribe (ALC) atribuye la violencia como uno de los problemas más urgentes de su país, desplazando las preocupaciones sociales de hace cinco años.
El economista del BM expresó que “la reducción de los índices de violencia golpea al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB)”.
Según el documento del BM, América Latina y el Caribe, son en la actualidad las regiones del mundo en donde los índices de violencia están en aumento de manera exponencial.
“Los inversores prefieren mirar hacia el Asia, donde los índices de violencia son menores”, concluyó el experto.
