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ASUNCIÓN. El gobierno saliente de Mario Abdo Benítez dejó el tesoro estatal sin reservas y con deudas pendientes que atención necesitan. Los pasivos incluyen varios sectores: MOPC con US$ 400 millones, Salud con US$ 370 millones, IPS con US$ 210 millones, Interior y Policía con US$ 250 millones, y SEN con US$ 5 millones. De esta manera, la deuda flotante de la administración de Marito superaría los US$ 1.000 millones. Mientras, se estima un déficit fiscal de 5 % para este año.
El nuevo gobierno de Santiago Peña debe lidiar con el feroz “clavo” que le dejó su antecesor. Varias carteras del Estado se están topando con deudas millonarias, principalmente con proveedores.
Dentro de las obligaciones pendientes del Estado se destaca el Ministerio de Salud Pública, que mantiene una deuda de 371,3 millones de dólares por adquisición de insumos y medicamentos. Por otro lado, el Instituto de Previsión Social (IPS) registró un pasivo de US$ 210 millones relacionado con la provisión de insumos y medicamentos. Ayer, los proveedores, el Ministerio de Salud y Hacienda, acordaron la forma de pago para cumplir con el compromiso que Abdo dejó.
Según el titular de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa), Paul Sarubbi, la deuda del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) con contratistas está por los US$ 400 millones, únicamente en capital, excluyendo los intereses acumulados debido a demoras en los pagos por proyectos viales.
Asimismo, el Ministerio del Interior se enfrenta a dificultades financieras, con compromisos monetarios derivados de acuerdos plurianuales que impactan el presupuesto en varios años sucesivos. De acuerdo con el ministro de la cartera, Enrique Riera, la suma total de deudas pendientes con proveedores se sitúa en torno a US$ 250 millones, de los cuales aproximadamente US$ 42 millones corresponden al Interior y US$ 200 millones a la Policía Nacional, relacionados con gastos de seguridad. Esta última cantidad no estaba prevista en el presupuesto y carece de un plan financiero, según se advirtió desde el área administrativa.
Ni siquiera la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) está exenta de esta cruda realidad, pues acumula deudas de ejercicios anteriores que superan los G. 30.000 millones con proveedores. A estas dificultades se suman las controvertidas contrataciones de personal realizadas rápidamente durante el período de transición presidencial.
DÉFICIT FISCAL
El recién nombrado ministro de Hacienda, Carlos Fernández Valdovinos, estimó un déficit fiscal de 5 % para este año, al incluir la deuda con los proveedores del Estado que dejó el gobierno anterior, pero que no previó honrar.
