PARIS – El Gran Colisionador de Hadrones, situado en el laboratorio de física de altas energías del CERN —Organización Europea para la Investigación Nuclear— volvió a sorprender a los científicos y causó preocupación en los ciudadanos, escribe el diario digital The Sun.
Durante un nuevo experimento, el cielo sobre el laboratorio de investigación cambió de color al volverse carmesí, y se levantó un fuerte vórtice de nubes.
Los aficionados de lo sobrenatural consideran que en el cielo de Suiza se abrió un portal a otra dimensión.
Los científicos calmaron al público y explicaron que este inusual fenómeno natural fue resultado de un experimento, durante el cual se intentó reunir a las micropartículas.