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El director de Contrataciones Públicas Pablo Seitz afirmó que la dirección a su cargo revisará todas las convocatorias que realiza el gobierno saliente de Mario Abdo Benítez para las compras por la vía de la excepción, método que se estaría utilizando para implementar los descontrolados procesos de contrataciones antes de la asunción de Santiago Peña.
En el canal GEN – Nación Media, Seitz comentó que ordenó “una revisión de los llamados por vía de la excepción, no solo de las cifras, sino además de cómo se comporta el sistema respecto a esta herramienta de contratación que posee el Estado”.
En el portal de Contrataciones aparecen unos números muy llamativos, como la masiva utilización de la modalidad vía de la excepción, la cual, haciendo el comparativo de períodos de transición anteriores, casi llega al 400%. Tal como lo indica su nombre, esta opción debe ser excepcional y no la pauta para hacer las convocatorias.
“Desconozco los números actuales y si los publicados periodísticamente consisten en licitaciones que llegaron a la etapa de convocatoria o adjudicación. Debemos hacer dicho análisis y publicarlo en el portal de la DNCP”, explicó.
Seitz manifestó que “los contratos por vía la excepción son una herramienta para ser utilizadas en ciertas condiciones; en algunos casos son contratos que se firman de forma literalmente directa con un proveedor, porque es el único que puede satisfacer esa necesidad, y eventualmente también pueden ser contratos que tienen como única característica que se acelera el proceso de firma, se reduce a cinco días el plazo de publicación, pero puede llegar a haber competencia en el mercado. Hay distintos tipos de excepción”.
“Este mecanismo de contratación se utiliza en compra de medicamentos con patentes que solo un laboratorio posee, o la locación de un inmueble, y además de aquellos que requieren urgencia y premura para adquirir un servicio, tal como ocurrió en la pandemia, para que se acelere el proceso”, agregó.
Concluyó que “el monto global de las licitaciones (juntando todas las modalidades) asciende 650 millones de dólares, tanto de la transición de Horacio Cartes a Mario Abdo Benítez y de Abdo a Santiago Peña, mientras que de Franco a Cartes es 800 millones de dólares, teniendo en cuenta el corte del mes de mayo en los tres años de cambio de Gobierno”.
