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CAACUPÉ. Hasta ahora el tema de la corrupción en la esfera pública y su incidencia en el malestar de la economía, fue un asunto recurrente en las homilías previas a la misa (virtual) central que será mañana, en el día la Virgen de Caacupé.
El padre Osvaldo Duarte, superior de redentoristas, no estuvo ajeno a esa tendencia. El mismo instó a los cristianos a convertirse en “sal y luz para combatir la corrupción”.
Indicó que el país necesita un abordaje serio para evitar que la decencia pierda contra la deshonestidad. La corrupción genera miseria y dolos, manifestó el prelado.
“La gran responsabilidad de ser sal; debemos dar sentido, sabor al ambiente donde estamos y preservarlo de la corrupción. Ser luz: iluminar el ambiente, disipar las sombras del mal, de la mentira, fraude. Debe brillar su luz ante los hombres para que vean obras buenas. Hay muchos misioneros proclamadores de la palabra que se han consagrado al Señor, pero hoy el desafío es la llamada a la vocación y misión para todos los bautizados, ya que por el bautismo estamos consagrados como discípulos y misioneros “, enfatizó.
“En este tiempo de pandemia, la ansiedad, el dolor, el miedo o la muerte de nuestros seres queridos nos hacen experimentar nuestra debilidad humana y nos hacen descubrir que necesitamos de Dios”, concluyó.
