ASUNCIÓN. Desde que falleció Renato Rojas, menor de 2 años, en la sala de urgencias del Sanatorio Migone, sus familiares piden que se conforme una junta médica que se encargue de analizar los elementos que rodearon su fallecimiento y que contendría elementos para la denuncia de mala praxis.
Después de 4 meses, la Fiscalía confirmó que la junta médica se conformará en el mes de febrero, lo que dio algo de paz a la familia. La abuela de Renato, Rosi Angulo, dijo que confían en el trabajo de las fiscalas aunque cuestionan el informe de la Superintendencia, porque liberó de responsabilidad al sanatorio.
Expresó que piden a los fiscales “que hagan un trabajo honesto, profundo y que sean los abogados de Renato. Tienen que entender que a él le quitaron la vida por haberle dejado en manos de profesionales que no están capacitados; es una verdad que no se puede discutir”.
La familia consiguió presentar videos de circuito cerrado con el objetivo de demostrar la falta de atención y omisión de auxilio del que habría sido víctima el niño. Por eso fueron imputados 3 médicos, Óscar Cabrera, José Ovando y María Fátima Bastos.