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ASUNCIÓN. Según el asesor político del presidente, Daniel Centurión, están identificados los sectores políticos que buscan la desestabilización del gobierno; “uno, del PLRA, liderado por Efraín Alegre, y el grupo político del Frente Guasu”.

“Lo que se está desarrollando desde hace 20 días, un mes, todo el proceso del Parlamento con la creación de la bicameral y donde se habla de desentrañar lo que representó la construcción del acta bilateral, siendo que el presidente de la República, cuando toma conocimiento, hace anular, no tuvo efecto y destituye a todos los funcionarios que tuvieron algo que ver”, dijo Centurión.

Insistió con que, a partir de la conformación de la bicameral, “ya vienen instalando nuevamente que hay que reactivar el juicio político, por una supuesta responsabilidad del presidente, cuando que en todo el análisis no existe elemento para que sea arrastrado. Son señales que dan. Hablar de un juicio político cuando estamos saliendo de adversidades que tuvimos desde que empezó el gobierno; ahora que empezamos con fuertes inversiones públicas, en lo social, con todas las adversidades, hablar de juicio político es buscar la desestabilización del gobierno”.

“Los identificamos como actores, como líderes políticos que tendrían que acompañar el proceso de mejorar la calidad de vida de la población”, añadió.

Al recordársele que no puede haber desestabilización recurriendo a un mecanismo constitucional, explicó que “el planteamiento de un juicio político tiene que ser una herramienta extrema constitucional. No podemos vivir permanentemente dentro de una administración, esgrimir y plantear ante cualquier escenario el juicio político del presidente. Un país serio, que quiere fortalecerse, necesita previsibilidad, estabilidad política, porque el capital privado y extranjero ya no se anima a invertir. Al afectar la economía estamos afectando a los sectores más vulnerables, más débiles”.

“La cuestión ideológica es secundaria, pero existe una deuda histórica de toda la clase política que tuvo oportunidad ya de gobernar. Esa deuda histórica existe y eso hace que reaccione finalmente la ciudadanía”, manifestó.

En cuanto a la marcha campesina, expresó su deseo de que “sea una marcha pacífica. Se dialogó todo el fin de semana y (la manifestación) se reconoce como un derecho genuino del ciudadano para reclamar reivindicaciones”.