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ASUNCIÓN. Este año, todo Paraguay es Caacupé, dijo el obispo de la capital cordillerana, monseñor Ricardo Valenzuela, al anunciar que los festejos del 8 de diciembre se realizarán a puertas cerradas y serán transmitidos de manera virtual, desde el inicio mismo del novenario.

En conferencia de prensa, Valenzuela oficializó el cambio de postura de la Iglesia, que hasta hace poco exigía al gobierno la puesta en vigencia de un protocolo que permitiera la asistencia de los fieles en los actos. Pero a más de un mes del 8 de diciembre, la gran concurrencia de gente que llegó hasta la Villa Serrana pareció haber abierto los ojos tanto a los obispos como a las autoridades sanitarias, que desde hace varios días insisten en que la gente quede en sus casas, evitando la aglomeración.

“Instamos a celebrar a la Virgen de Caacupé en las comunidades. Las parroquias y las diócesis no están promoviendo peregrinaciones. Este año todo Paraguay es Caacupé. Invitamos a celebrar el 8 de diciembre todos unidos pero cada uno en su parroquia, en su comunidad”, dijo Valenzuela, dando a conocer un comunicado de la Conferencia Episcopal Paraguaya que establece que “las liturgias del novenario y de la Solemnidad, sean celebradas en el interior del Santuario sin fieles. Les pedimos que nos acompañen desde sus hogares a través de los medios, radio, televisión y redes sociales”.

Otra disposición dice “que el Pozo de la Virgen permanezca temporalmente cerrado, ya que es muy difícil establecer el cumplimiento de las medidas sanitarias en este lugar”.

“Veremos y comunicaremos la forma en que, de ser posible, se podrá saludar a la Virgen y orar ante su imagen. De no ser posible, la Virgen nos esperará siempre con los brazos abiertos cuando superemos la pandemia actual y podrá visitarnos en las Diócesis también.

Los más golpeados por esta nueva decisión son los comerciantes de la zona, que esperaban con expectativa la llegada de los fieles. Según el obispo, se prevé un subsidio para los mismos.