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ASUNCIÓN. Una agónico y dramática descripción de lo que se está viviendo en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (INERAM) la dio el doctor José Fusillo, quien también es presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología.
“Estamos desesperados, tratando de conseguir camas. Hace un par de noches que venimos con familiares, gente abarrotada, pidiendo un lugar para su familia. No pudimos dar abasto, tuvimos que tratar un par de pacientes en instalaciones”, señaló inicialmente Fusillo en un diálogo con la 1080 AM.
“Ya no damos abasto. Tratamos de hacer lo posible. Para tener una idea, entre el sábado y el domingo dimos once altas que se llenaron en cuatro horas. No se puede más. Estamos al tope máximo de la ocupación de camas. ¿Qué vamos a hacer? Nos toca vivir, pero no hay ningún respiro”, agregó.
Este descargo del profesional se da en la peor semana en relación con el número de internados por Covid-19 en el sector público de salud. El 1 de diciembre último se arrancó con un récord de internados por coronavirus: 855 pacientes. Y la tendencia aparente es que va a empeorar.
“Todo está ocupado. Incluso pacientes que eran para internación común tuvimos que rechazar porque ya no tenemos lugar. Incluso las camillas están ocupadas en el área de espera, pacientes que están esperando para entrar a internación”, dijo también Fusillo.
“Todas las altas que demos hay van a ser ocupadas por esos pacientes. Nos cuesta aceptar pacientes de afuera. Y podemos habilitar carpas y carpas, pero si no se contrata gente, ya no podemos. Ver 32 o 46 pacientes para un solo médico no es solo complicado, sino hasta peligroso”, declaró igualmente.
“No es cuestión de que falte voluntad, lo hacemos todos los días. Trabajamos con mucho cariño y fuerza Habilitar nuevos bloques para nosotros es imposible. En estos momentos ya no es pedido de camas, es un pedido de auxilio (a las autoridades sanitarias)”, finalizó Fusillo.
