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El karu guasu, que consiste en dar comida a una gran cantidad de personas, es una tradición que persiste en la localidad de Piribebuy, del Dpto. de Cordillera. Es la forma que los devotos de San Blas le pagan sus promesas al señor de las gargantas. Máxima Brítez, de la compañía hace más de 25 años que mantiene esta tradición.YACAREY, Distrito de Piribebuy, Dpto. de Cordillera. – San Blas, considerado el señor de la garganta, ocupa el segundo lugar “de santos” en este distrito, después de Ñandejara Guasu. Ayer cumplió su víspera y miles de devotos acudieron a su oratorio, ubicado en el barrio del mismo nombre.
Los miles de devotos de este santo, son del distrito de Piribebuy y provienen de distintas localidades del territorio nacional e incluso del extranjero, debido a su poderío curativo (mal de la garganta).Los feligreses llegan hasta el altar de diferentes formas, a caballos, en carretas, automóviles, motos, bicicletas, entre otros, la mayoría bien ataviados con la indumentaria que los caracteriza al segundo patrono de la ciudad Heroica (Piribebuy).
Pero los devotos de este santo no solamente se dirigen al altar para venerarlo, sino también anualmente hacen el tradicional karu guasu y dan de comer a decenas de personas. Este evento también se desarrolla en varios hogares del distrito, donde los comensales saborean el rico tallarín, la carne asada de pollos caseros y de cerdo. La comida va acompañada de la sopa paraguaya, mandioca, jugo o gaseosa.
Una que hace más de 25 años que cumple su promesa a San Blas, dándole de comer a la gente, es Máxima Brítez, quien comentó a ADN Paraguayo, que se prepara durante todo el año para que la comida sea rica y alcance a todas las personas que llegan a su casa el 2 de febrero. Indicó que a partir del mes de abril, elige un chancho y lo engorda exclusivamente a nombre de San Blas para el karu guasu.
“San Blas es el protector de toda mi familia, gracias a él todos los años no nos falta salud y alimentos, es por eso que anualmente cocino a su nombre”, dijo doña Máxima.
