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ASUNCIÓN. El presidente de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (FEPRINCO), Beltrán Macchi, dijo que el pedido realizado por el sector empresarial, “no fue por capricho, sino porque el contrabando está destruyendo la base productiva, industrial y comercial del país, empujando y condenando al desempleo, el subempleo y a la informalidad; alimentos estos para la delincuencia y la criminalidad”.
Los empresarios analizan posibles medidas ante la falta de respuesta del gobierno al pedido de destitución del ministro anticontrabando, Emilio Fúster y del almirante Carlos Velázquez, comandante de las Fuerzas Armadas, por la supuesta complicidad en esquemas de contrabando. El presidente de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (FEPRINCO), Beltrán Macchi, dijo “en este tema no hay medias tintas, los responsables deben ser cambiados por gente que devuelva la credibilidad al Ejecutivo”.
“Los argumentos expresados para explicar lo inexplicable, son una vergüenza. Utilizando el derecho de peticionar a las autoridades, hemos pedido respetuosamente al presidente de la República la destitución de los responsables por la falta absoluta de resultados, y porque además, con las explicaciones que han esgrimido ante hechos flagrantes, son una burla para la inteligencia de la ciudadanía”, señaló Macchi.
El empresario dijo que Paraguay ha estado en la noticia internacional por los acontecimientos relacionados a la operación Ultranza Py, y por las denuncias y publicación de videos “que evidencian, si no complicidad, por lo menos absoluta inoperancia para combatir un mal que termina financiando delincuencia y criminalidad. Como decimos en guaraní “ojepuka pa ñande rehe”, nuestras autoridades hacen el papel de hazmerreir para los paraguayos y para el mundo, los paraguayos no nos merecemos eso”.
Menciona además que seguirán insistiendo por todos los medios disponibles para que el Ejecutivo dé la señal que toda la ciudadanía espera con relación a los responsables de la lucha contra el contrabando, “para devolver la esperanza de que se puede luchar contra el flagelo. Indica también que los gremios están alertas para decidir qué medidas siguen si no hay respuesta”.
