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ASUNCIÓN. Para que un preso pueda fugarse de uno de los 18 penales que existen en el país, en donde la guardia está conformada por policías y militares, necesariamente se necesita de la complicidad de alguien de adentro, desde el director hasta el portonero, según la ministra de Justicia, Cecilia Pérez.

Aunque también inciden ciertas infraestructuras que son propicias para alentar las fugas, es indudable que el problema de seguridad en las penitenciarías no es la consistencia de la muralla o las rejas, sino la corrupción, reconoció la secretaria de Estado.

Afirmó que la época de fin de año es “complicada para nosotros. A fines de octubre comienza una suerte de alerta, cada año. Ahora estamos en emergencia penitenciaria y se agrava la situación, con el tema de las fiestas, la feria judicial en enero, en donde poco o nada se mueven los expedientes”.

En cuanto a la información de que se estaba ofreciendo 80 mil dólares para liberar a algunos presos, dijo que se filtró la información y se hizo un análisis; “el tema era recurrente, mismo número y mismo modus operandi. Obtuvimos la información después de filtrada. Ese es el trabajo previo que se hace de tomar una información como valedera o creíble”.

“Sabemos que un episodio como este no va a ser posible si no hay una complicidad de algún personal interno y para la salida definitiva sería la complicidad de cualquier otro miembro de las fuerzas públicas, porque los 18 centros penitenciarios están rodeados de policías y militares”, afirmó.

Añadió que “en otros casos, cuando hubo fuga, se dejaron abiertos portones, o no se controla cuando se está cavando un túnel; no puede ser que el personal no se haya dado cuenta”.

También en la cárcel del Buen Pastor existen policías y militares resguardando la salida, comentó la ministra, quien comentó que “hay mujeres reclutadas por el PCC en el Buen Pastor”.