ASUNCIÓN. El día a día del ciudadano de a pie ha llegado a límites intolerantes. Mientras los transportistas siguen pensando solamente en su bolsillo, asestan un duro golpe a quienes deben utilizar los transportes públicos para llegar a sus puestos de trabajo, regulando el servicio y abarrotando las unidades exponiendo a los pasajeros a un riesgo permanente de contagiarse con el Covid-19.
Un hombre tuvo que tomar 3 colectivos para llegar a su trabajo y cuando ni aun así lo logró, llamó a su patrón “y me dijo que es mi problema, que yo tengo que cumplir con mi trabajo”, sumando la intolerancia patronal a las reiteradas humillaciones que viven los ciudadanos por parte del gobierno y de estos transportistas que deberían ser acusados de delincuentes.
Reflejando la sumisión que todavía sigue siendo un problema candente del paraguayo, el señor, con una humildad que despierta la rabia, dio que “seguramente es mi culpa también porque yo tengo que subirme de cualquier forma. Porque soy pobre y vengo a trabajar, por eso vengo en bus. Si tenía medio iba a venir en mi vehículo y tratar de cumplir con mi horario. La culpa también tengo yo porque tengo que llegar como sea, caminando o de cualquier manera. Esto es imposible, hay mucha gente que trabaja”.
Reguladas en el transporte público
Este señor tomó tres buses y seguía sin llegar a su trabajo. Llamó a su jefe porque llegaría tarde y la respuesta fue que ese es su problema, que él tiene que cumplir la hora.
Esta es la realidad de todos los días.
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— Sofía Alonzo (@Sofy_Alonzo) 15 de marzo de 2021