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Sabotaje y salvataje del Pilcomayo

Néstor Ojeda Mendoza.
Néstor Ojeda Mendoza.

El plan de salvataje del río Pilcomayo elaborado por las autoridades del gobierno central debe ser acompañado por el pueblo en general, es decir de todo buen paraguayo. Asumir como un compromiso nacional, para salvar la fauna y flora que afecta hoy día el gran y extenso Chaco paraguayo ante la falta de agua en la extensa zona. La fauna silvestre que está siendo afectada por la falta del crucial liquido sostenedor de vida en la zona del río Pilcomayo, que alimentaba la gran concentración de las especies silvestres en la Región Occidental, hoy día si no se solucionan los graves delitos ecológico que afecta a la región, corre el serio riesgo de la extinción de la vida faunística.

El auxilio al Pilcomayo, urge ante tan gigantesco delito ecológico que perjudica considerablemente el medio ambiente. Se evidencia que los trabajos para la conservación y  circulación de las aguas para llegar con normalidad hasta estos lugares afectados, no se hicieron como corresponde, por lo tanto los ejecutores de estas malas o falta de obras deben rendir cuenta ante la Justicia. El resultado está a la vista, que se puede tornar peor aún, teniendo en cuenta la proximidad de la entrada a nuestro país, de él fenómeno “La Niña”.

En este momento el Gobierno Nacional, preocupado por esta situación, se constituye en la región, donde la sequía arrecia con todo lo que  encuentra a su paso, y el enorme perjuicio ya está a la vista, mortandad de diferentes especies que hace a la vida silvestre.

Los biólogos, cumplen un rol protagónico en este momento de manera a no sacar de su hábitat a las numerosas especies animales que habitan la región. Los ingenieros hidráulicos deben interpretar perfectamente la situación, ante de empeorar el sacrificio de tantas vidas faunísticas propias de esa región de nuestro país.

Lo ocurrido hoy día en la extensa región del Chaco paraguayo es lamentable, su recuperación debe ser acompañada por todos los estratos sociales que hacen a esa parte del país, de lo contrario se puede convertir en un gran cementerio por la desertización en que puede convertirse. Ojalá que no pase eso, y los trabajos ambientales puedan mitigar los efectos de la actual sequía en la gran región afectada, por la irracionalidad criminal de quienes tuvieron la delicada e importante misión encomendada por el Gobierno de la nación en su momento, y que desoyeron.

Este hecho criminal, y denunciado por el titular del MOPC, Ramón Jiménez Gaona, ya obra  ante el Ministerio Público, además de la destitución del Ing. Daniel Garay Palacios, quien se desempeñaba como director de la Comisión Nacional del Pilcomayo, que puede ser el principal responsable de la catástrofe.

El nuevo titular que asume hoy día  en tal delicada función, el profesional ingeniero  hidráulico, Oscar Salazar, tiene la misión de que muy pronto el cauce del Pilcomayo pueda llegar a la zona en cuestión, declarada por un  lapso de cinco meses por la  Cámara Alta en emergencia ambiental. Comprende la margen izquierda y área de influencia del río Pilcomayo, en el Chaco paraguayo.

Los encargados y responsables de este operativo leonino, deben  tomar los recaudos necesarios de manera que no sea una catástrofe total en el área en cuestión, hay que tratar de evitar  el impacto ambiental.

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