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ASUNCIÓN. “Recibimos donaciones de Petropar en marzo de 2020. Un total de 2 mil unidades de tapabocas y mamelucos. Nadie espera que haya nada irregular detrás. Se llegó a distribuir, pero, cuando nos percatamos que estaban vencidos, suspendimos. No podemos usar productos vencidos. Internamente tratamos de tomar todas las precauciones en cuanto a documentaciones, a eso se agrega la buena fe al recibir las donaciones”, declaró esta mañana Julio Rolón, el viceministro de la recientemente creada Rectoría y Vigilancia de la Salud.

El alto funcionario añadió, como quien trata de explicar algo, que el Estado no puede poner como pretexto la carencia de recursos y admitió, en entrevista con la 650 AM, que tener que confesar que la propia Autoridad Sanitaria distribuyó tapabocas vencidos a los trabajadores de blanco en el frente de batalla contra el coronavirus “es una situación bastante incómoda”.

Los tapabocas de referencia fueron adquiridos por Petropar cuando la hoy imputada Patricia Samudio administraba el ente. La fiscal Anticorrupción Liliana Alcaraz fue quien abrió proceso contra la citada Samudio y otras 21 personas por presunta lesión de confianza debido a la supuesta compra sobrefacturada de agua tónica con “propiedades inmunizantes” contra el coronavirus.

Pero, Rolón puso las cosas en perspectivas y con tono tranquilizador: “Nadie va a creer que te van a traer insumos vencidos. Lo que sobró ya no se va a distribuir. Se ha distribuido una buena cantidad, no se han distribuido todos. Obviamente ahora paramos la distribución.”

Los tapabocas comprados por Petropar y entregados a los médicos y enfermeras vencieron ya en el 2017, según informe de Contraloría General de la República.

“En una hora más vamos a tener los informes de los lugares donde se llegó a distribuir”, finalizó Rolón, quien en coincidencia con los primeros casos de Covid-19 en el país ganó algunos titulares comentando que por el coronavirus “no nos vamos a morir todos”.